La pandemia de Coronavirus, determinó que el 20 de marzo se estableciera el aislamiento social preventivo y obligatorio para contener su propagación en nuestro país. Esta medida, que indudablemente protege la vida de los ciudadanos, también genera efectos profundos en nuestra sociedad, algunos de los cuales deben ser atendidos con urgencia.
Este nuevo escenario llevó a las Cáritas de todo el país a una profunda reformulación en la manera de brindar sus servicios llevando adelante estrategias de trabajo para atender las necesidades que se presentan con urgencia y cuidar a la vez la salud de los voluntarios.Para conocer cómo se desarrollan las actividades desde Cáritas "San José", El Diario entrevistó a su Directora, María Marta Mirande, quien manifestó que "esta situación se está viviendo con mucho cuidado y respeto para poder hacer nuestra tarea, ayudando y acompañando a nuestros hermanos más necesitados, cuidándolos a ellos y a los voluntarios"
Tras afirmar que "gracias a Dios" han podido al menos hasta el momento dar respuesta a las demandas, explicó que al principio del aislamiento aumentaron las mismas, "que tuvo su pico máximo en mayo y junio (un 50% más aproximadamente). Luego bajó un poco y se estabilizó en un número mayor al previo a marzo, aproximadamente entre un 25 y 30%".
Esto obligó a que debieran modificar la modalidad de atención y canales de comunicación entre el grupo de voluntarios y con los asistidos.
Al respecto amplió que "en un primer momento, en abril, la asistencia alimentaria se acercó a los domicilios de las familias. Luego, se adaptó la atención en la sede y las capillas al protocolo y con los voluntarios que pueden asistir y no son de riesgo, y nuevos voluntarios que se sumaron a colaborar".
En un principio sólo se entregaban alimentos y pañales. Luego se sumó, entrega de ropa, cobro de cuotas de microcréditos y entrevistas, en tanto el resto de actividades: talleres y demás, quedaron suspendidas.
A esto se sumó recientemente la reapertura de las ferias, autorizadas por la Municipalidad y realizadas con el correspondiente protocolo, lo que les permite obtener recursos económicos indispensables para adquirir los elementos que luego entregan a las familias que atienden.
LA COLECTA
La colecta anual es para Cáritas un fuerte espaldarazo económico. Lo recaudado permite llevar adelante diferentes iniciativas. La imposibilidad de realizarla este año de manera presencial generó temores, disipados luego ante el sorprendente apoyo de la comunidad.
"Pudimos realizar la Colecta Anual en junio, de manera diferente a la habitual, virtualmente y con alcancías en el templo, negocios y autos que recorrieron la cuidad. Era todo un desafío, pero la respuesta de la comunidad fue, como siempre, enorme y nos llenó de emoción" explicó resaltando que "el whatsapp, las redes y medios virtuales ayudaron, y mucho, a conectarnos entre los voluntarios y con las familias acompañadas".
Del mismo modo destacó el crecimiento de apoyo de la comunidad para poder hacer frente a la demanda. "Gracias a Dios, la comunidad siempre responde a nuestros pedidos: dinero, alimentos, cosas concretas que necesitan las familias, etc. Y en este caso ese apoyo se ha magnificado dando muestras, una vez más, de la enorme solidaridad de la gente", expresó.
Un punto importante del trabajo de asistencia que se lleva adelante es la articulación que tienen con otras instituciones. En ese sentido resaltó la permanente conexión con el área de Desarrollo Social, el Consejo Escolar (entrega de bolsones en las escuelas) y con el Banco de Alimentos.
Claro está que el servicio de Cáritas no se limita a la ayuda material sino que además se suma el apoyo, acercamiento y/o contención a quienes notan que lo necesitan.
"Lógicamente se busca estar atentos y tratar de dar respuesta a las distintas necesidades tanto materiales como espirituales de las familias que se acercan, haciéndolo en estos momentos, con las limitaciones que impone esta situación", comentó añadiendo que a su vez, el grupo de voluntarios recibe permanentemente fortalecimiento o contención desde la diócesis con reuniones que en estos momentos se hacen en forma virtual.
AYUDA ENTRE INSTITUCIONES
Las necesidades que, lamentablemente, deben enfrentar con frecuencia muchas instituciones de bien público hacen que, además de las ayudas que requieren de la comunidad, entre ellas mismas se solidaricen.
En ese sentido es digno de ser destacado que desde Cáritas se colaboró recientemente con el Hogar de Ancianos "La Merced" desde donde hubo una rápida "devolución de favores" y con la Sociedad de Protección a la Infancia
"Cuando aparecieron los casos positivos de Covid en el Hogar de Ancianos decidimos como institución darles una mano y pudimos recolectar productos de limpieza y dinero que se recaudó de una colecta entre todos los voluntarios y de la venta de la feria que autorizaron hace poco", manifestó María Marta Mirande agregando que también se colaboró con la Sociedad de Protección a la Infancia cuando por tener personal aislado tuvieron dificultades en la cocina y desde Cáritas cocinando en cuatro oportunidades para los chicos. Se armaron dos grupos de voluntarios y muchos otros colaboraron con dinero para comprar los alimentos.
"Nos parece importante colaborar con las otras instituciones cuando nos necesitan", reflexionó para finalmente agregar que hace pocos días recibieron de Cáritas diocesana una importante suma de dinero (parte del tercio diocesano de la Colecta Anual) Es dinero que volvió a la ciudad y con el que se compraron alimentos en comercios de la ciudad".
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