La comunidad del Movimiento de los Focolares de Chile se reunió en Santiago, Concepción, Laja y el Centro Mariápolis de Cunaco para conmemorar el 8 aniversario de Chiara Lubich.
“Les invito que al recordar a Chiara la dejemos libre, es de propiedad del Señor” así llegó al corazón de todos los presentes Mons. Ossandon (Obispo Auxiliar de Santiago de Chile y Encargado del Area Laicado de la que forman parte los Movimientos eclesiales), quien presidió la Misa solemne por Chiara en Santiago el domingo 13 de marzo pasado.
“El la tomó, derramó en ella la misericordia, le regaló un Carisma que sigue dando mucha vida – prosiguió el Obispo Auxiliar de Santiago -; El es el que nos invita a mirarla, para que podamos descubrir a través de su testimonio de vida – esto el Movimiento de los Focolares lo necesita como el pan de cada día -: cuál es la voluntad de Dios para el Movimiento hoy día.
“La mejor manera que tenemos de recordar a Chiara es implorar la gracia de la misericordia, porque como ella queremos ser hijos de la misericordia. (…) En nombre del Señor, en nombre de la Iglesia, construir la justicia que es el fundamento de la paz, que trae la unidad a todos los pueblos, pasando por el sacrificio de la cruz.” Fueron para todos palabras que calaron hondo, un nuevo don que Chiara nos hacía a través de este Obispo, padre y hermano.
El compartir que siguió después de la Eucaristía atizó aún más el fuego, para que este grande Carisma que Dios donó a la Iglesia a través de Chiara siga dando vida a través de cada uno de nosotros:
“Tengo 10 años y hace poco me cambié de colegio. (…) al principio me sentía rechazada (…) pero me propuse igual interesarme por mis nuevos compañeros y cuando podía ayudar a alguno lo hacía. (…) Ahora nos hicimos amigos y yo igual sigo en contacto con mis compañeras del otro colegio, asi que estoy feliz.”
Vivo en un departamento con otros 5 muchachos con los que tratamos de hacer una experiencia de vida del Evangelio. Con ellos y otros jóvenes vamos los viernes a la noche a las hospederías donde se alojan personas de escasos recursos para acompañarlos y ayudarlos en lo que se puede. Hace poco dos de ellos vinieron a cenar a nuestra casa y fue una gran alegría porque en esta sociedad tan fragmentada en la que vivimos, no siempre es posible compartir con personas que viven en la calle, sin prejuicios y sin defensas recíprocas. Experimentamos que también ese es un paso hacia la paz.”
En Laja, concluyeron la Misa preparando el almuerzo a las personas en situación de calle. Y desde Concepción nos cuentan: “Las palabras de Chiara que nos invitaba a “inventar la paz” nos interpelaron a generar acciones concretas que muestren la paz. Por ese motivo, junto con el padre Alex Aedo, ortodoxo ruso y el pastor bautista Víctor Rey, decidimos realizar un evento ecuménico por la paz, queconcluyó con la firma de un pacto. Fue un momento muy emotivo, de un gran contenido simbólico para todos. La hermana Pushpa, religiosa india de la comunidad de las salesas, allí presente afirmaba: Como decía el prof.hindú Upadhyaha: ‘Chiara es de toda la humanidad’. Y este sentir era de todos, incluso de una persona de la comunidad Bahai allí presente”.
En el Centro Mariápolis de Cunaco se selló el coro de agradecimientos a Chiara con el compromiso de hacer llegar nuestra cercanía con la propia vida, a los hijos de Chiara que viven situaciones de guerra.
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