La guerra es una "máquina de muerte fratricida", afirmó el Cardenal Matteo Zuppi, a quien el Papa Francisco ha encargado conducir una misión para lograr la paz en Ucrania. Se trata de un esfuerzo del Papa y de la Santa Sede por poner fin al derramamiento de sangre y restaurar la esperanza.
Por Ary Waldir Ramos Díaz
Este jueves, 25 de mayo, el Arzobispo de Bolonia (Italia) y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el Cardenal Matteo Zuppi, recordó al "martirizado pueblo de Ucrania" en la homilía de la misa presidida en la basílica de San Pedro, en la jornada de clausura de la Asamblea de los obispos italianos.
"Esta celebración que nos ve reunidos en torno a Pedro, acogidos y sostenidos por la presencia de quien preside en comunión nuestra comunión, nos ayuda a contemplar lo que es la Iglesia, nos ofrece un icono de su realidad humana y espiritual, que nunca es idealizada ni virtual", comentó el Purpurado.
"Todos venimos de nuestros muchos Emaús y llevamos con nosotros la tristeza de aquellos peregrinos con el corazón hinchado por la desilusión, heridos, agresivos y amargados porque sus esperanzas se acabaron”.
Y añadió: "Entre estos, cuyos rostros y vicisitudes llevamos en el corazón, recuerdo la angustia en el alma del pueblo ucraniano que anhela la paz, y la de los que lloran a los que nunca regresaron, engullidos por la máquina de muerte fratricida que es la guerra”.
"El Señor sigue haciéndose peregrino, no se cansa de buscarnos y nos impulsa a ponernos en camino para liberarnos de un destino sin comunidad, para calentar los corazones embotados y hacerlos arder de amor y esperanza”, anotó el Cardenal Zuppi.
"Todos venimos de nuestros muchos Emaús y llevamos con nosotros la tristeza de aquellos peregrinos con el corazón hinchado por la desilusión, heridos, agresivos y amargados porque sus esperanzas se acabaron”.
Y añadió: "Entre estos, cuyos rostros y vicisitudes llevamos en el corazón, recuerdo la angustia en el alma del pueblo ucraniano que anhela la paz, y la de los que lloran a los que nunca regresaron, engullidos por la máquina de muerte fratricida que es la guerra”.
"El Señor sigue haciéndose peregrino, no se cansa de buscarnos y nos impulsa a ponernos en camino para liberarnos de un destino sin comunidad, para calentar los corazones embotados y hacerlos arder de amor y esperanza”, anotó el Cardenal Zuppi.
Asimismo, el 13 de mayo, el Papa Francisco recibió en audiencia privada al presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
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