En entrevista concedida a Unión Radio y difundida por el Arzobispado de Caracas el 12 de septiembre, el Cardenal señaló que “el Papa ha hablado sobre Venezuela, ha hecho un gran esfuerzo para invitar al Presidente (Maduro) a corregir los problemas que están causando la actual crisis”.

Esta crisis, lamentó el Purpurado, ha generado que haya “gente muriendo de hambre y otros comiendo de la basura”.

El Purpurado dijo además que en medio de la crisis “hubo una carta reciente, creo que en junio, en plena manifestación, pero no sé si tuvo respuesta”.

Sobre el encuentro que sostuvieron un grupo de obispos de Venezuela con el Santo Padre en Bogotá, al término de la primera Misaque presidió en Colombia, el Cardenal dijo que duró unos 10 minutos, un tiempo que fue “maravilloso”.

“El Papa nos manifestó su solidaridad ante toda la situación que estamos viviendo y nos invitó a seguir adelante, trabajando por el pueblo de Venezuela como pastores de la iglesia que nos preocupamos por el bien de nuestros fieles”, relató el Cardenal.

En ese breve diálogo, continuó, “le manifestamos cómo se agudizó la crisis política, cómo se ha radicalizado el gobierno, hablamos sobre esa Asamblea Nacional Constituyente y sus suprapoderes omnipotentes, eso no está ni previsto en la constitución”.

También tuvieron un momento para denunciar “la crueldad con los presos políticos y la persecución política a alcaldes”.

El Cardenal Urosa reiteró que la Santa Sede sigue dispuesta al diálogo con el Gobierno, siempre y cuando “haya condiciones claras y garantías seguras”.

En diversas ocasiones el Papa Francisco ha expresado su preocupación por Venezuela.

El domingo 10 de septiembre y tras el rezo del Ángelus en Cartagena, Colombia, el Pontífice elevó sus oraciones por Venezuela e hizo un llamado “para que se rechace todo tipo de violencia en la vida política y se encuentre una solución a la grave crisis que se está viviendo y afecta a todos, especialmente a los más pobres y desfavorecidos de la sociedad”.

Asimismo, en el vuelo de regreso a Roma, el Santo Padre recordó que en Venezuela, la situación “es muy difícil, y lo más doloroso es el problema humanitario, tanta gente que escapa o sufre. Debemos ayudar a resolverlo. De todas maneras, yo creo que la ONU debe hacerse sentir también allí para ayudar”.