Por Ana Paula Morales

En declaraciones a ACI Prensa este lunes 3 de julio, el Purpurado señaló: “Para mí es una gran alegría encontrarme con la Virgen de Guadalupe”, pues estar con Ella “es siempre un encuentro de un hijo con su mamá”.

“El sacerdote tiene como su Madre a la Virgen María, porque Jesús nos la dejó como mamá, y nosotros somos sus hijos”, reiteró.

El Cardenal Sarah dio estas declaraciones en el marco de su conferencia magistral “Servidores alegres del Evangelio”, pronunciada en el Seminario Conciliar de la Ciudad de México.

El Purpurado realiza por estos días su primer viaje a tierras latinoamericanas. Llegó el 24 de junio y ha participado en un encuentro con miembros de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, vinculada a la Prelatura del Opus Dei, realizado del 25 al 30 de junio.

Además, ha sostenido diversos encuentros con laicos y religiosos. Su retorno a Roma está programado para este martes 4 de julio.

En la entrevista, el Purpurado recordó: “Yo había escuchado hablar mucho de Guadalupe, yo había visto muchas imágenes. Pero ir a la Basílica, estar muy cerca de su imagen original, para mí ha sido una gran emoción”.

“Y yo pedí a Nuestra Señora de Guadalupe velar por todos los sacerdotes y velar por la Iglesia”.

El Cardenal Sarah animó luego a “rezar todos los días, porque Jesús nos pide rezar sin parar, no solamente por la Iglesia, porque Él pide que glorifiquemos a Dios”.

“La oración no es solamente para pedir a Dios, es para dar gracias a Dios, es para rendirle gloria a Dios. Normalmente, rezamos para pedir algo, pero la oración es para honrar a Dios. Si se encuentran con Dios, los va a llenar de todos los bienes. Rezar es rendir gloria a Dios, adorar a Dios. Si Él conoce nuestras necesidades, Él nos las dará”, expresó.