Adalberto Martínez instó a las instituciones competentes del control del proceso electoral del 30 de abril a proveer y exponer toda información que "permita generar plena confianza y legitimidad".
El cardenal paraguayo Adalberto Martínez presidió ayer el Tedeum realizado por el aniversario de la Independencia de Paraguay y en su mensaje se enfocó en las elecciones generales que se desarrollaron el 30 de abril pasado, frente a los reclamos en la calle de supuesto fraude electoral.
“Escuchemos, iluminados por las palabras del profeta, algunos signos y señales del tiempo que vive el Paraguay, que claman justicia y que, si no se dan respuestas adecuadas, perturban el logro de la paz”, expresó el cardenal ante la presencia del presidente Mario Abdo Benítez y otras autoridades.
Adalberto Martínez también hizo hincapié en que la patria “necesita una profunda transformación moral”. Además, señaló que “los gobernantes no deben usar su poder para favorecer solo a su grupo político o a un sector económico”.
Su mensaje más fuerte se dio cuando se refirió a la necesidad de la transparencia de los comicios del 30 de abril.
“Necesitamos promover la transparencia absoluta del proceso electoral. Los obispos señalamos que esta es una condición indispensable para la legitimidad de origen de las nuevas autoridades y que posibilitará la gobernabilidad y la paz social. En ese sentido, exhortamos a los organismos competentes que provean y expongan todas las informaciones que permitan generar confianza y tranquilidad sobre la limpieza del proceso eleccionario y que despejen toda duda”, aseveró.
Cabe señalar que el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) resolvió el jueves pasado no hacer lugar a los pedidos de apertura del sobre N° 4, para el recuento de los boletines de votos, ni a la auditoría internacional de las máquinas de votación, que reclamaron sectores movilizados en las inmediaciones de la institución. El argumento señala que se podría producir un “quebrantamiento” de los mecanismos de control.
En su homilía, Martínez instó a los gobernantes a ser justos por medio de una administración de la economía que distribuya la riqueza y los bienes tangibles e intangibles “con equidad y sentido de igualdad, de manera a eliminar las enormes desigualdades e inequidades que originan la pobreza de casi dos millones de compatriotas”. Dijo que aquellos que “no se dan el tiempo de comprender las advertencias por sus acciones políticas escucharán hablar a quienes hasta hace poco hablaban poco, o solo entre ellos, o callaban, aparentemente, los sufrimientos y las injusticias”.
“Y hablarán, gritarán, vociferarán sus dolores, y ni las balas podrán detenerlos, como ya ha ocurrido en la historia reciente de nuestro país. Y ahí, entonces, poco servirán los títulos, los cargos y honorabilidades de quienes ignoran neciamente los sufrimientos de la gente”, resaltó. “ Seguidamente, a los medios de comunicación mencionó que todos los sectores deben involucrarse en un pacto social, incluso la Iglesia, para trabajar sobre las reivindicaciones. “Todos debemos involucrarnos en el diálogo franco y sincero, sobre todo privilegiando a las clases más necesitadas, más vulnerables, como los indígenas y los campesinos”, señaló.
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