El arzobispo de Córdoba expresó su deseo de que los pobres, que en tiempo electorales "son materia de discurso y los grandes protagonistas", también sean "los grandes protagonistas de los gestos".
El arzobispo de Córdoba, cardenal Ángel Rossi SJ, dedicó su reflexión dominical por Cadena 3 a la parábola de los talentos y a la Jornada Mundial por los Pobres, que se realizó el 19 de noviembre y llevó por lema “No apartes tu mirada del pobre”.
“La parábola de los talentos es ciertamente fuerte en los tiempos que estamos viviendo; viene bien en una jornada electoral, en la que votamos para que los talentos de quienes gobiernen sean para el pueblo y no para ellos mismos”, puntualizó, y agregó: “Los talentos nunca son para uno mismo; y lo propio de la corrupción es cuando el talento lo usás para vos mismo, en todos los ambientes: político, social, eclesial”.
El purpurado cordobés recordó que “el Evangelio no sólo se refiere a los talentos como las capacidades naturales, sino también como a las tareas y responsabilidades que el Señor nos ha confiado”.
“No solo los dotes naturales (como la inteligencia, la simpatía, la ciencia, el don de gentes); son todas cualidades que ayudan mucho al anuncio del Reino”, aseguró, y completó: “También los sobrenaturales, que son los dones que el Señor nos ha dado: la Palabra que el Señor nos entregó para que lo anunciemos, la fe, la esperanza, la caridad a través de los gestos, el espíritu, la oración”.
El cardenal Rossi citó palabras del Papa Francisco, quien consideró que “sería muy significativo si, en la Jornada de los Pobres, compartiésemos la comida dominical con quien carece de lo necesario, después de compartir la mesa eucarística. La mesa eucarística celebrada sería criterio de comunión, si somos conscientes que en torno al altar somos todos hermanos: ¡cuánto más visible sería esa fraternidad, compartiendo la comida festiva con quien carece de lo necesario!”.
“Hablando de 'no apartar el rostro del pobre', el Papa recordaba una frase de Juan XXIII en Pacem in terris, que nos viene muy bien para nuestra situación: ‘Observamos que éste tiene un derecho a la existencia, a la integridad corporal, a los medios necesarios para un decoroso nivel de vida, cuales son, principalmente, el alimento, el vestido, la vivienda, el descanso, la asistencia médica y, finalmente, los servicios indispensables que a cada uno debe prestar el Estado’”.
“De lo cual se sigue que el hombre posee también el derecho a la seguridad personal en caso de enfermedad, invalidez, viudez, vejez, paro y, por último, cualquier otra eventualidad que le prive, sin culpa suya, de los medios necesarios para su sustento”, completó la cita.
“Hace 50 años se dijo esa frase, ¡y qué actualidad tiene!; sobre todo en estos tiempos electorales donde los pobres son materia de discurso, y son los grandes protagonistas. Vamos a ver si son los grandes protagonistas también de los gestos”, planteó, y concluyó con un deseo: “Que los pobres no sean materia de retórica, sino de gestos”.
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