En una entrevista con AJN, el diputado del PRO Waldo Wolff se refirió al caso Nisman y afirmó que “la gente sabe que el gobierno anterior se comportó antes de su muerte como si quisiera matarlo y después de su muerte como si lo hubiese matado”.
¿Qué lecturas hizo respecto del tema de la UNESCO?
Cuando me presentan, suelen hacerlo como ex vicepresidente de la DAIA, pero antes de eso yo fui presidente de FACCMA dos períodos.
Para aquellos que no lo saben, ¿qué tiene que ver con el deporte en la comunidad judía?
Tiene que ver con más que el deporte. Tiene que ver con exhibir nuestra condición de judíos a través del deporte pero, en definitiva, a través de cualquier otra cosa que hagamos, por eso lo señalo.
Esta introducción es para decir que yo me considero un macabeo, o sea, un hombre que exhibe su judaísmo donde le toca estar. Y hoy me toca ser diputado nacional y exhibo con orgullo mi compromiso con mis valores. Respecto de lo que pasó en la UNESCO, yo lo dije inmediatamente: yo con esto no negocio mis convicciones. Si bien pertenezco a un espacio político, a veces, debo entender que mis convicciones no son lógicamente compartidas por todo el espacio. Porque así funciona el espacio político. Somos personas únicas y, a veces, tenemos que comprender que integramos un proyecto y tenemos que tolerar ciertas diferencias. Mi convicción absoluta es que Jerusalem es la capital única, eterna e indivisible, no sólo del Estado de Israel, sino del pueblo judío. Cosa que voy a repetir hasta el fin de mis días y transmitírselas a quienes me suceden en mi familia, a mis hijos, porque es lo que estudié, es lo que creo, lo que siento y me permito disentir en un espacio que me permite disentir. Porque jamás nadie me ha llamado la atención por alguna posición que tenga que ver con mis convicciones y que puede ser, en algún momento, no exactamente igual a posiciones geo-políticas que, más allá de pedir que me las expliquen, muchas veces no tengo por qué entenderlas o compartirlas.
¿Tuvo alguna caja de resonancia el tema de La UNESCO en el Congreso o tal vez usted pudo haber tomado una actitud didáctica o esclarecedora?
La UNESCO, así como las Naciones Unidas, están muy desprestigiadas. Así que yo entiendo que, lamentablemente, hay que tomarlo como de quién viene. A estas horas, acaba de salir en los diarios de hoy que, por ejemplo, en Venezuela comienzan a ser liberados los primeros presos políticos. Sin embargo, ninguno de estos organismos que componen las Naciones Unidas se expresó al respecto, y mucho menos organismos que tienen que ver con la defensa de los Derechos Humanos internacionalmente. Así que, entiendo que hay que reclamar, hay que levantar el tono donde hay que hacerlo con elegancia, con contundencia. Pero también hay que entender que es la UNESCO y que son las Naciones Unidas, cuyos organismos que se encargan de los Derechos Humanos fueron integrados por Libia en un momento, así que no hay mucho para hablar.
Algunos embajadores de Israel vieron en el voto de abstención una posición positiva para ejemplificar esto en el resto de los países latinoamericanos. ¿Hay una falta de coraje en tomar una decisión distinta?
Yo pienso que las decisiones de un país no son una foto, son una película. Yo integro un espacio que ha dado claras muestras de reposicionarse en un lugar en el mundo, a mi entender, coherente. Las relaciones de la Argentina con lo que es el mundo occidental y democrático se han afianzado en este año de gobierno. Israel, además de la relación nuestra como judíos con nuestro centro espiritual, se encuadra dentro de lo que es la democracia y lo occidental. Está invitado por primera vez en la historia un primer ministro en ejercicio, que probablemente venga el año próximo, y las relaciones bilaterales son excelentes. Así que entiendo que hay que analizarlo como una película y no como una foto, que a algunos puede no gustarles, a mí tampoco, pero me parece que la película es auspiciosa.
¿Cuál es la película y no la foto de la muerte y denuncia del fiscal Alberto Nisman? ¿Qué es lo que estamos viviendo en los últimos meses?
Es una película imperfecta. Podés ver la mitad del vaso vacío o la mitad del vaso lleno. Si miramos la mitad del vaso vacío, vemos no sólo con la causa Nisman, porque tiene que ver con los atentados, con el memorándum (de Entendimiento con Irán), con la denuncia de Nisman, con la impunidad, con la muerte de Nisman, con el encubrimiento de la muerte de Nisman. Ahora, si mirás la mitad del vaso lleno, esta banda que asoló a la Argentina estuvo a cinco minutos de hacerlo pasar como suicidio, de hacerlo pasar como un libertino, como un homosexual, como un drogadicto, como un borracho, como una confabulación internacional. Más allá de que lo sigan repitiendo como loros, si vos hacés una encuesta en la calle, la gente sabe que el gobierno anterior se comportó antes de su muerte como si quisiera matarlo y después de su muerte como si lo hubiese matado. Además del hecho en sí mismo, con una degradación de la calidad institucional de la Argentina, pocas veces vista en la historia y entiendo que la mayoría de la ciudadanía así lo entendió. No han podido salirse con la suya. Tampoco nosotros hemos podido lograr lo que queremos, que es que se haga justicia.
Por un lado se ve gente muy nerviosa por este tema y, por otro, está muy encapsulado y resulta difícil entrarle. No obstante, el optimismo de llegar a que se sepa la verdad debe ser una cuestión fundamental en su día a día…
No hago estas cosas en función de los resultados que obtenga. Han visto mi proceder a lo largo de muchos años, y hoy soy diputado nacional, hoy tengo la posibilidad de amplificar mi voz en los medios. Pero también levantaba la voz cuando estaba solo, cuando me amenazaban, cuando muchos, en distintos ámbitos, me dejaron solo. Así que sé dónde voy a estar yo en cada momento, y es reclamando, primero, que se abra la denuncia, porque es absurdo que no se haga; segundo, que los responsables de la connivencia y del encubrimiento se hagan cargo; y denunciando las irregularidades que yo considero que se cometieron en todo el proceso. Personificado tal vez en el caso del juez (Daniel) Rafecas, a quien le estoy haciendo juicio político, a quien denuncié, y ese es mi lugar, voy a estar reclamando.
La solicitada que tanta difusión tuvo llevó a que el juez Rafecas tenga visibilidad, porque tuvo que salir a dar su posición. ¿El hecho de que estuviera sentado en lo de Mirtha Legrand generó algo que no se preveía?
Las cosas que tienen que ver con mis convicciones no las hago en función de lo que va a hacer el otro. Yo entiendo que el juez Rafecas debe dar explicaciones. Quedó probado con los testimonios de la ex secretaria del fiscal Nisman, Soledad Castro, del ex presidente de la DAIA Julio Schlosser, que se presentaron al Consejo de la Magistratura y avalaron mi denuncia diciendo que el juez Rafecas manipuló documentación para incriminar y para denostar a Nisman. El doctor Schlosser testificó que Rafecas, adelante nuestro, dijo que Nisman estaba psiquiátrico y mintió diciendo que su secretaria coincidía con él. La secretaria dijo que era mentira y que no había hablado con él. Así que, la verdad, me tiene sin cuidado lo que haga el juez Rafecas, tiene derecho a defenderse, es más, tiene la obligación de hacerlo. Pero bueno, cada uno en su casa sacará las conclusiones de quien es quien.
Memorándum con Irán y muerte del fiscal Nisman, ¿cómo lo vincula?
El Memorándum fue un documento que se explica solamente con el objetivo de encubrir y liberar a los iraníes que tenían pedido de captura o que tienen pedido de captura. Este fin de semana me encontré en una fiesta con Sofía Guterman (madre de Andrea, quien falleció en el atentado a la AMIA) y, charlando, nos acordábamos de cuando el canciller (Héctor) Timerman nos visitó en la DAIA, previo a la firma del Memorándum. Ya se comentaba que iba a salir en los próximos meses y ella le preguntó si contemplaba a todos los acusados que eran ocho, uno había muerto. Él le dijo que sí, y después se firmó por cinco. Si vos firmás un documento que solamente contempla a los que tienen pedido de captura es que no te interesa la verdad, porque la verdad hubiese sido resuelta o hubiesen aportado datos todos los testigos o los acusados. Solamente se enfocó en los cinco acusados, los cinco que tienen pedido de captura. Yo no tengo ninguna duda de que se trató de eso y la verdad que es una de las páginas más negras de la política de las relaciones exteriores de la República Argentina.
Se cumplen 10 años de las alertas rojas, ¿desde su lugar qué debe hacer sobre este tema?
Seguir pugnando por mantenerlas vigentes. Por eso presenté un escrito a la UFI-AMIA para que estén atentos a que no caigan y para que los organismos pertinentes de la República Argentina reafirmen nuestro compromiso con la persecución de los acusados por la justicia argentina, del peor ataque terrorista que sufrió nuestro país en su historia.
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