El encuentro, bajo la consigna “Ni un pibe menos y ni una piba menos por la droga”, instó a involucrar a todos los actores de la sociedad para trabajar por la vida de los jóvenes, resaltando el rol de la educación y la religión como método de acompañamiento e intervención.
El gobernador Jorge Capitanich y la vicegobernadora Analía Rach Quiroga participaron este miércoles de un conversatorio orientado a visibilizar la problemática del consumo, en el marco de la Peregrinación Nacional de la organización Hogar de Cristo.
En el Playón Capilla Pan de Vida del Barrio Vial de Resistencia, el encuentro que se tituló “Ni un pibe menos y ni una piba menos por la droga” instó a involucrar a todos los actores de la sociedad para trabajar por la vida de los jóvenes, resaltando el rol de la educación y la religión como método de acompañamiento e intervención. El mismo fue organizado por el sacerdote Daniel Pisani.
El mandatario provincial, quien agradeció la invitación de los sacerdotes, sostuvo durante su discurso que “para nosotros los funcionarios públicos es una enorme preocupación saber que hay personas con distintos consumos problemáticos. Nadie quiere un mundo desigual e injusto, y esto constituye un gran desafío para una comunidad organizada”.
“Desde una mirada de las políticas públicas, lo primero es prevenir, ya sea desde la charla o desde un trabajo más profundo; luego recuperar y finalmente lograr una inserción plena de vida. Es por esto que el gran reto de una comunidad organizada es que cada uno podamos hacer bien nuestro trabajo, con un sentido de comunidad, para superar las adversidades”, agregó Capitanich, quien estuvo acompañado por el diputado provincial, Hugo Sager, y el presidente del Instituto de Turismo, Mauro Flores.
En este marco, el sacerdote José María “Pepe” Di Paola fue uno de los oradores, y llamó a enfrentar esta problemática desde una mirada más comunitaria, mediante el trabajo articulado y en redes. “Desde hace 15 años venimos trabajando en este tema y hemos aprendido de todos, por eso me gusta decir que somos una gran familia. La clave para combatir esta problemática está en los profesionales, pero también en una sociedad organizada, porque es el corazón de la recuperación”, afirmó.
A su vez, los testimonios de Maximiliano Frías, de Erwin Aguirre, Carla Meza (todos ellos coordinadores generales del Hogar de Cristo) y Raúl Sánchez (paciente en recuperación) se sumaron durante la jornada para enriquecer el conversatorio desde una visión más profunda y personal.
El mismo Sánchez tomó la palabra y sostuvo: “Me encuentro realizando un proceso interno y tratando de salir de la droga. Sentía que estaba perdiendo a mi familia y ahora la estoy recuperando. Por eso, quiero pedirles a los chicos que estén en rehabilitación que no digan que no se puede. Yo tengo 30 años, y estoy con fuerzas para seguir mi recuperación”.
La organización Hogar de Cristo nació de una iniciativa del entonces cardenal Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco, quien inauguró el proyecto en el primer centro barrial en 2008 en la Villa 2124 de Buenos Aires. Actualmente, cuentan con más de 250 dispositivos en todo el país, acompañando a personas en situación de vulnerabilidad.
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