El Bautismo es llamada, inicio y concreta posibilidad a la santidad, así lo expresaba el Delegado Episcopal para las Causas de los Santos y Obispo Castrense de Argentina, en el comienzo de su presentación en el Encuentro de la Delegación que preside. Fue durante la celebración del Encuentro Anual de la Delegación para las Causas de los Santos, desarrollada en la Santa Casa, en la tarde del pasado lunes 4 de julio, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, (CABA).
Es de destacar, que esta reunión de la delegación, es la primera que se desarrolla en forma presencial tras dos años sin poder reunirse por las restricciones de pandemia, las cuales solo se pudieron desplegar en forma virtual. El encuentro, contó con la presencia del Cardenal Marcello Semeraro (Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos), quien llegaba al país en representación del Santo Padre para presidir la Beatificación de los Mártires del Zenta en la provincia de Salta el sábado último y quien fue invitado a participar de la reunión anual de la Delegación Episcopal.
También, estuvieron presentes, el Cardenal, Mario Poli, el Secretario del Episcopado Argentino, Mons. Alberto Bochatey, el Obispo Auxiliar de Buenos Aires, Mons. Ernesto Giobando y representantes de causas que se tramitan en nuestro país. Al concluir el encuentro anual de la Delegación para las Causas de los Santos, Mons. Santiago Olivera compartía, “el encuentro ha sido muy positivo, es una alegría el haber podido contar con la presencia del Señor Cardenal Marcello Semeraro, quien nos iluminó un poco sobre la función de lo que significa nuestra actividad en las causas de los santos. Agradezco también, el haber podido contar con la presencia y acompañamiento del señor Cardenal, Mario Poli, del secretario del Episcopado Argentino, Mons. Alberto Bochatey y de Mons. Ernesto Giobando quien es anfitrión de la Santa Casa y quien acompaña la causa de Mama Antula”.
Continuando, Mons. Santiago señalaba, “este nuevo encuentro, fue muy fecundo, estuvieron presentes los representantes de la mayor parte de las causas que se tramitan en nuestro país, solo por razones de lejanía y de algunas dificultades no se han podido presentar algunas de ellas. El encuentro nos renueva a todos, en especial cuando se lograba el intercambio de preguntas con el Cardenal Semeraro, quien muy atentamente respondía las inquietudes transmitidas”.
Más adelante, agregaba, “como Delegado Episcopal para las Causas de los Santos, que en mi caso particular vengo desplegando mi cuarto período en el cargo (Períodos: 2008 a 2011 – 2011 a 2014 – 2017 a 2021 un año más por pandemia y en ejercicio del 2021 en adelante. Entre los años 2014 a 2017 Mons. Olivera fue Presidente Episcopal de Comunicación Social), anualmente siempre nos reunimos. Pero luego de no habernos podido reunir personalmente, más que solo en forma virtual durante dos años por la pandemia, volver a encontrarnos es motivo de una gran riqueza”.
Sobre esto último, añadía Mons. Olivera, “renovamos la alegría del reencuentro con la posibilidad de seguir ahondando en nuestro servicio para todas las causas en la Argentina. Nosotros vivimos esta posibilidad de juntarnos, para rezar y alegrarnos todos, porque la causa de cada uno, es una causa que nos interesa a todos.
No solo interesa a una diócesis o a una congregación concreta, sino a toda la Iglesia en Argentina. Nos alegra también las numerosas causas que están en fase inicial, tenemos cerca de 19 que estamos un poco acompañando e iluminando a las distintas diócesis y congregaciones, porque están con inquietud del inicio”.
Respecto de las causas que se tramitan en nuestro país, así como la reciente Beatificación celebrada en Salta, decía el Delegado Episcopal, “este gran desarrollo de causas, es fruto del tiempo de fecundidad, donde descubrimos que la santidad sin lugar a duda y es una urgencia pastoral el trabajar para ella, porque nos recuerda, que todos estamos llamados a la santidad. La santidad, es un camino que debemos transitar y los santos, estos hombres y mujeres de nuestra historia, de nuestra tierra, han trabajado, vivido y entregado su vida aquí en nuestra Patria”.
Finalmente, concluía el Obispo, “todo esto, nos alienta para continuar el camino, para recuerdo permanente que la vocación primera que nos hermana y nos une, es justamente a la santidad, que es propia de nuestra realidad bautismal. El Bautismo es llamada, inicio y concreta posibilidad a la santidad”.-
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