El obispo de La Rioja encabezó el Tinkunaco, junto al gobernador Ricardo Quintela y la intendenta Inés Brizuela y Doria. Dejó además su mensaje por la Fiesta de San Nicolás.
Como cada fin de año, la religión volvió a convocar a las principales figuras políticas de La Rioja en la tradicional celebración del Tinkunaco, frente a la Catedral capitalina, que fue encabezada por el obispo Dante Braida.
En ese lugar, se dieron cita el gobernador Ricardo Quintela, la vicegobernadora Florencia López, la intendenta de Capital Inés Brizuela y Doria, el viceintendente Guillermo Galván, entre numerosos dirigentes políticos de la provincia.
En esa ocasión se encontraron las imágenes del Niño Alcalde y San Francisco, en una ancestral ceremonia que se realiza cada 31 de diciembre.
La Diócesis de La Rioja dio a conocer la homilía del obispo Braida por la Fiesta de San Nicolás. Entre sus principales conceptos, dijo que se profundiza “este tiempo de sinodalidad”. “El año que hemos terminado se vio marcado un por tiempo de escucha sobre la actualidad de la Iglesia riojana identificando en ella las luces, sombras y propuestas para que la Iglesia pueda desempeñar mejor su misión”, dijo.
Hizo luego un balance de cuestiones que analiza como positivas y negativas en ese camino. “Como luces se destacan la raíz ancestral de nuestra vivencia de la fe, manifestada en la piedad popular cuyo exponente central es el Tinkunaco (Encuentro); también el ser una Iglesia-familia, que testimonia la acogida, apertura y cercanía a la vida especialmente a la más vulnerable”, señaló.
“Entre las sombras se reconoce una escasa formación de los laicos; falta de diálogo sincero; y cierta indiferencia y falta de compromiso con problemáticas sociales. A esto se suma una marcada ausencia de adolescentes y jóvenes. Se ven pocas iniciativas creativas para acompañarlos teniendo en cuenta los nuevos desafíos y la necesidad de crear espacios de contención y acompañamiento.”
A modo de conclusión, consideró que “la Iglesia debe ser más acogedora de los jóvenes, que esté preparada para recibirlos como vienen, ayudarlos en su desarrollo y animarlos en la búsqueda de una vida más plena. Una Iglesia que camine junto al pueblo de Dios con creatividad y audacia, disponiendo siempre ‘un oído en el pueblo y otro en el Evangelio’, como proponía el nuestro Beato Angelelli. Finalmente para poder responder a las problemáticas actuales anhelamos una Iglesia que sea abierta, cercana y comprometida que aliente la participación y el servicio en todos sus miembros. “
La homilía
A continuación, reproducimos algunos párrafos del mensaje del obispo.
“Agradezco a todas las comunidades e instituciones visitadas, a los sacerdotes, religiosos y religiosas y a tantos agentes de pastoral, por los momentos vividos, por la fe compartida y por cada detalle en la preparación. Agradezco el testimonio de sus vidas entregadas al servicio del Reino y los aliento a seguir caminado juntos construyendo comunidades orantes, participativas y misioneras.
“2- Sí, se trata de caminar juntos como vamos profundizando en este tiempo de sinodalidad. El año que hemos terminado se vio marcado un por tiempo de escucha sobre la actualidad de la Iglesia riojana identificando en ella las luces, sombras y propuestas para que la Iglesia pueda desempeñar mejor su misión.
“Como luces se destacan la raíz ancestral de nuestra vivencia de la fe, manifestada en la piedad popular cuyo exponente central es el Tinkunaco (Encuentro); también el ser una Iglesia-familia, que testimonia la acogida, apertura y cercanía a la vida especialmente a la más vulnerable.
“Entre las sombras se reconoce una escasa formación de los laicos; falta de diálogo sincero; y cierta indiferencia y falta de compromiso con problemáticas sociales. A esto se suma una marcada ausencia de adolescentes y jóvenes. Se ven pocas iniciativas creativas para acompañarlos teniendo en cuenta los nuevos desafíos y la necesidad de crear espacios de contención y acompañamiento.
“Como propuestas prioritarias concluíamos que la Iglesia debe ser más acogedora de los jóvenes, que esté preparada para recibirlos como vienen, ayudarlos en su desarrollo y animarlos en la búsqueda de una vida más plena. Una Iglesia que camine junto al pueblo de Dios con creatividad y audacia, disponiendo siempre “un oído en el pueblo y otro en el Evangelio”, como proponía el nuestro Beato Angelelli. Finalmente para poder responder a las problemáticas actuales anhelamos una Iglesia que sea abierta, cercana y comprometida que aliente la participación y el servicio en todos sus miembros.
(...)
“3- Entre los desafíos a responder en estos tiempos preocupa los consumos problemáticos de drogas especialmente en Jóvenes. Urge hacer algo más eficiente y coordinado para abordar esta situación que atenta contra la vida de las futuras generaciones. Invito a todas las comunidades y las personas de buena voluntad a organizarse con espacios de contención y acompañamiento. Se puede hacer mucho con el aporte de todos. Hace poco tuvimos la visita de referentes de la Familia Grande de los Hogares de Cristo, institución fundada hace 15 años que hoy tiene centros de atención en todo el país a personas vulnerables especialmente por las drogas (tres de ellos están aquí en la ciudad de La Rioja). El lema de la visita tenía un mensaje claro y preciso: “Ningún pibe menos por la droga”. Es para repetirlo muchas veces: “no queremos ningún pibe y ninguna piba menos por la droga”. Es posible trabajar por una sociedad sin drogas, que tienda manos y puentes a quienes padecen este flagelo. No sirve mirar para otro lado o bajar los brazos. Hay experiencias muy buenas en nuestra ciudad llevadas adelante por distintos actores sociales que es necesario replicar en todos los barrios y pueblos de nuestra querida provincia.
“También llama la atención el aumento de personas que atentan contra su propia vida. Lo que implica un llamado de atención para todos los que integramos esta sociedad. Para acompañar situaciones complejas de vida se requiere capacitación y cercanía a cada realidad. No dejemos de ofrecer lo mejor de nosotros y de nuestras instituciones para ofrecer respuestas acordes a la necesidad. Para los creyentes sabemos que Jesucristo es quien da el verdadero sentido a la Vida. Volver a Él y recomenzar desde él siempre abre un nuevo horizonte de vida.
“4- Sin dudas hay otras preocupaciones a atender: como la pérdida del poder adquisitivo de los salarios por la inflación, el aumento de la pobreza y la delicada responsabilidad del cuidado de la Casa Común.
“Al respecto y ante la posibilidad de explotaciones mineras en nuestra provincia será necesario propiciar un diálogo abierto con todos los actores sociales, especialmente los habitantes de los posibles lugares de extracción de minerales. Dice Francisco en la conocida encíclica Laudato Si : “La previsión del impacto ambiental de los emprendimientos y proyectos requiere procesos políticos transparentes y sujetos al diálogo… Un estudio del impacto ambiental no debería ser posterior a la elaboración de un proyecto productivo… Tiene que insertarse desde el principio y elaborarse de modo interdisciplinario, transparente e independiente de toda presión económica o política.” Y agrega: “Siempre es necesario alcanzar consensos entre los distintos actores sociales, que pueden aportar diferentes perspectivas”.
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