El Papa Francisco le pidió en el mayor de los sigilos a Joe Biden que libere vacunas contra Covid-19 para su distribución en América Latina. El dato circula en el entorno de Andrés Manuel López Obrador y es lo que explica la insistencia del presidente en que México podrá recibir vacunas de Estados Unidos aunque la Casa Blanca lo haya negado públicamente, a principios de mes.

Si bien Biden tiene trato directo con Jorge Bergoglio, la misión respecto de las vacunas la lleva el nuncio en Washington DC, Christopher Pierre, un religioso francés que ocupó la nunciatura en Ciudad de México entre 2007 y 2016, en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Son sus contactos mexicanos los que le consiguen un acceso privilegiado a la burocracia del Departamento de Estado y demás dependencias oficiales. 

El nuncio en DC lleva el mismo mensaje que Bergoglio comparte en privado con líderes mundiales: el costo de la pandemia, en los países pobres, lo deben afrontar los más poderosos. Debe decirse: esta idea estaría motivando los créditos que el FMI se dispone a "regalar" a diversos países a través de la gestión de Kristalina Georgieva.

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Tampoco es casualidad la incursión de Carlos Slim en los procesos de vacunación. El hombre más rico del país tiene trato con Bergoglio y múltiples puntos de coincidencia, tanto en México, como en Argentina y España. 

Si bien Biden tiene trato directo con Jorge Bergoglio, la misión respecto de las vacunas la lleva el nuncio en Washington DC, Christopher Pierre, un religioso francés que ocupó la nunciatura en Ciudad de México entre 2007 y 2016, en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto

El momento es el adecuado. Las acciones del Papa cotizan al alza en la Casa Blanca después de su histórica gira en Irak. Un hecho sin precedentes, en el punto más caliente del planeta y no del todo valorado en la región, donde imperan otras tribulaciones.

Para Biden cederle vacunas a México es un triunfo en diferentes bandas: ganará apoyos en estados donde viven mexicanos y qué él necesita en la elección de medio termino, podrá acelerar la inoculación en zona T-MEC a una velocidad que ningún otro bloque económico habrá conseguido y, lo fundamental, tendrá una ficha de negociación en su favor, en una relación bilateral que exhibe fricciones en energía, normas laborales y seguridad.