El Papa emérito se ha referido al Año de San José declarado por el Papa Francisco y ha invitado a los católicos a leer la carta apostólica de Francisco ‘Patris corde’, describiéndola como un texto simple “que viene del corazón y va al corazón, pero que contiene mucha profundidad».
En una entrevista con el semanario católico alemán Die Tagespost, Ratzinger, que en unos días cumplirá 94 años, cuyo patrón bautismal es José, también habló sobre los recuerdos familiares y las impresiones de sus peregrinaciones a Tierra Santa.
«Por supuesto, estoy particularmente encantado de que el Papa Francisco haya llamado la atención de los fieles sobre San José», dijo Benedicto XVI en la entrevista que se publicará en su totalidad el hoy.
“Por tanto, he leído con especial gratitud y sincera aprobación la carta apostólica ‘Patris corde’, que el Santo Padre emitió con motivo de la elevación de San José a santo patrón de toda la Iglesia hace 150 años”.
“Creo que este texto debe ser leído y considerado una y otra vez por los fieles y contribuir así a una purificación y profundización de nuestra veneración de los santos en general y de San José en particular”.
En la amplia entrevista con la periodista Regina Einig, el Papa emérito reflexionó sobre el silencio de José. Su aparente ausencia en las Escrituras expresa elocuentemente el mensaje particular del santo, dijo Benedicto.
“Su silencio es de hecho su mensaje. Expresa el ‘Sí’ que asumió al unirse con María y así con Jesús”, comentó.
CNA Deutsch, socio de noticias en alemán de CNA, informó que en la entrevista Benedicto XVI compartió la tradición de su familia de celebrar el Día de San José, el 19 de marzo en su Baviera natal.
Su madre solía ahorrar para la compra de un buen libro para el día de la fiesta, recordó Ratzinger. Además, para celebrar Josefi, como se llama el día en Baviera, la familia Ratzinger hacía café con granos de café, que a su padre le encantaba pero que la familia no podía pagar todos los días. Este café se tomaba en el desayuno y se disponía un mantel especial para la ocasión, conmemorando al santo.
Benedicto XVI relató que “para colmo, siempre había una prímula -flor primaveral- como signo de primavera, que San José trae consigo. Finalmente, nuestra madre horneaba un pastel con glaseado, que expresaba plenamente la naturaleza extraordinaria del día de la fiesta. Así, desde las horas de la mañana en adelante, se veía que el día de San José era especial de una manera clara».
Además, Benedicto XVI describió sus impresiones personales de su visita a Nazaret, la ciudad natal de su santo homónimo y patrón que visitó como Papa en 2009. También comentó sobre la tradición de invocar a San José como intercesor por una buena muerte.
Al señalar que José no se menciona en las Escrituras después de la primera aparición pública de Jesús como se relata en Lucas 4:22, el Papa emérito comentó que “la idea de que él [José] terminó su vida terrenal al cuidado de María está bien fundada. Por tanto, pedirle que nos acompañe amablemente en nuestra última hora es una forma de piedad bien fundada”.
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