Las contemplativas de la Abadía de Santa Escolástica en Victoria, diócesis de San Isidro, fueron llamadas a hacerse cargo del monasterio Mater Ecclesiae, donde Ratzinger se instaló desde que renunció al papado y donde murió el 31 de diciembre de 2022.
El Monasterio Mater Ecclesiae, situado en el corazón de los Jardines Vaticanos que durante casi diez años fue el hogar del papa emérito Benedicto XVI, vuelve a ser, lugar el lugar de residencia de las órdenes contemplativas "para sostener al Santo Padre en su preocupación diaria por toda la Iglesia, mediante el ministerio de la oración, la adoración, la alabanza y la reparación, siendo así una presencia orante en el silencio y soledad", así se lee en un comunicado difundido por la Oficina de Prensa del Vaticano, que anuncia que el Papa Francisco tomó esta decisión en una carta manuscrita fechada el 1 de octubre de este año.
Para ello, el Papa Francisco convocó a las Monjas de la Orden Benedictina de la Abadía de Santa Escolástica en Victoria, Provincia de Buenos Aires (diócesis de San Isidro), quienes generosamente aceptaron la invitación del Santo Padre.
Las seis monjas que, conforme a los Estatutos, formarán la comunidad monástica comenzarán a habitar en el Monasterio los primeros días de enero.
Asimismo, Francisco dispuso que la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano sea la responsable de todo lo referido al Monasterio Mater Ecclesiae.
Fue san Juan Pablo II, con el Breve La vita contemplativa del 25 de marzo de 1994, quien erigió canónicamente un monasterio de monjas de vida contemplativa en la Ciudad del Vaticano, con el título de Mater Ecclesiae .
Benedicto XVI había expresado su deseo de residir allí después de su histórica dimisión el 11 de febrero de 2013 y, por ello, pasó allí los últimos años de su vida, asistido por sus colaboradores y acompañando a la Iglesia en la oración hasta su muerte el 31 de diciembre de 2022.
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