A partir del próximo año, los musulmanes de la capital belga no tendrán más lugar para enterrar a sus difuntos. El Consejo Musulmán de Bélgica (CMB) anunció el pasado 9 de julio que el cementerio multirreligioso del municipio de Evere, Bélgica, pronto alcanzaría su capacidad máxima.
En junio de 2025, este cementerio, el único en Bruselas que respeta los ritos funerarios islámicos, ya no podrá albergar nuevas tumbas para los musulmanes fallecidos. Actualmente, registra más de 800 entierros al año, de los cuales más del 90% son musulmanes, según Taha Zaki, vicepresidente del CMB.
La actual crisis en el sector funerario se ve exacerbada por un aumento significativo del número de muertes en Bélgica, una tendencia amplificada por la pandemia de COVID-19. Para remediar esta situación, se considera como posible solución un terreno de una hectárea al norte de Schaerbeek. Sin embargo, unos engorrosos trámites administrativos posponen su uso como cementerio hasta 2028.
Ante esta emergencia, el CMB también prevé negociar con los nuevos gobiernos valón y flamenco para encontrar soluciones a medio y largo plazo. Taha Zaki subraya que este problema es especialmente grave en Bruselas, donde el espacio disponible es limitado.
La inminente saturación del cementerio de Evere plantea un gran desafío para la comunidad musulmana de Bruselas, que exige acciones rápidas y concertadas para garantizar el respeto de los ritos funerarios islámicos y satisfacer las crecientes necesidades de esta población.
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