El centenar de obispos reunidos en Pilar trabajó sobre la unidad entre las pastorales juvenil y vocacional, y debatió sobre el tema a partir de una serie de preguntas.
La tercera jornada de la 123ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), que se desarrolla en la casa de ejercicios "El Cenáculo" de Pilar, estuvo caracterizada por el anuncio de que el Papa Francisco aprobó el decreto de la Congregación para las Causas de los Santos, que reconoce el milagro atribuido al venerable Eduardo Pironio, por el cual el cardenal argentino será proclamado beato en diciembre.
Tras un momento de oración y lectura orante de la Palabra, guiado por el obispo de San Miguel, monseñor Damián Nannini, el centenar de obispos se dedicó a trabajar especialmente en el tema de la Pastoral Vocacional.
En un primer momento, los pastores abordaron la unidad entre la Pastoral Juvenil y la Pastoral Vocacional. El trabajo, en ese punto, estuvo animado por el obispo auxiliar de Tucumán, monseñor Roberto Ferrari, delegado episcopal para la Pastoral Vocacional. Participaron también el presbítero Ariel Zotola y el hermano Hugo Vera SDB.
Primero en grupos, luego en plenario, los obispos debatieron partiendo de estas preguntas:
¿Qué signos de esperanza reconocemos para retomar con fuerza la animación vocacional?¿Qué realidad de los jóvenes necesitan ser acompañadas con mayor atención?¿Cómo podremos articular la pastoral juvenil y la pastoral vocacional?
En el último bloque de la tarde, el cardenal Mario Poli, presidente de la Comisión Episcopal de Educación, realizó la presentación del itinerario del Pacto Educativo Argentino.
Al finalizar la jornada de reflexión sobre e tema, los obispos celebraron una misa, presidida por monseñor Ferrari y concelebrada por monseñor Daniel Fernández (Jujuy) y monseñor Ricardo Araya (Cruz del Eje), miembros de la Comisión Episcopal de Ministerios (CEMIN).
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