El ya arzobispo emérito ha agradecido «de todo corazón las innumerables ayudas a su ministerio», y ha aprovechado esta ocasión para «pedir perdón por todos sus límites y por los pecados que haya podido cometer en estos años».
El arzobispo de Granada, Javier Martínez, ha señalado este lunes que ha sido «un privilegio haber servido al pueblo santo de Dios» en la provincia en los últimos años, tras presentar recientemente al Santo Padre su renuncia al ejercicio del ministerio episcopal, un trámite que se formaliza a partir de este martes, día de su 75 cumpleaños.
En una nota de prensa, Monseñor Martínez ha indicado que «el pueblo cristiano de la diócesis es una realidad bellísima y conmovedora, sostenido como está por la presencia siempre misericordiosa de Cristo, especialmente en la eucaristía, y por la intercesión de Nuestra Señora la Virgen de las Angustias», la Patrona de Granada.
Agradecimiento y perdónDesde la archidiócesis han detallado este lunes que, cuando el Papa acepte esa renuncia, automáticamente Monseñor Martínez pasará a ser arzobispo emérito de Granada, y su actual coadjutor, José María Gil Tamayo, pasará a ser de pleno derecho el arzobispo de la diócesis.
«En los casi tres meses que lleva con nosotros, ya ha dado testimonio vivo de su entrega pastoral y de su disponibilidad plena a esta querida diócesis de Granada», han reconocido.El aún arzobispo, por su parte, ha agradecido «de todo corazón las innumerables ayudas a su ministerio», y ha aprovechado esta ocasión para «pedir perdón por todos sus límites y por los pecados que haya podido cometer en estos años».
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