El arzobispo de Córdoba manifestó “tolerancia cero” a pederastas en la Iglesia

El arzobispo de Córdoba manifestó “tolerancia cero” a pederastas en la Iglesia

El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, habló en una entrevista sobre la problemática de la pederastia, en la que aseguró que la arquidiócesis de Córdoba sigue la línea de “tolerancia cero” a los pederastas dentro de la Iglesia. El prelado también habló de la corrupción en la Argentina, del papa Francisco y su opción por los pobres, los católicos divorciados en nueva unión y sobre el Comité Interreligioso por la Paz (Comipaz).

“La pederastia es un crimen horrible y quien incurre en él debe ser puesto en evidencia y recibir la sanción que le corresponde”, aseveró el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, en una entrevista concedida al programa Palabra de Honor que se emite por Canal C, de la ciudad de Córdoba. 

“La dura oposición a la pederastia no empezó con el papa Francisco. El papa Juan Pablo II ya había comenzado con esta línea, sobre todo cuando se conocieron hechos dolorosos en los Estados Unidos. Benedicto XVI profundizó esta actitud, tuvo encuentros con personas que habían sido abusadas, a quienes pidió perdón en nombre de la Iglesia y dirigió una carta a la nación irlandesa porque ahí se habían verificado hechos muy dolorosos”, recordó el arzobispo y señaló que el papa Francisco profundizó e hizo hincapié en la “tolerancia cero” de pederastas en la Iglesia. 

“En lo que respecta a la arquidiócesis de Córdoba estamos en esa sintonía”, aclaró. “Si una persona está sinceramente arrepentida puede acceder al perdón. Ahora, con respecto a lo que haya cometido, hay una responsabilidad y tiene que aceptar asumir una sanción”, puntualizó. 

Monseñor Ñáñez expresó que -según la palabra de profesionales- “quien está afectado de una perversión de este tipo es casi o directamente irrecuperable, un dato que hay que tener presente”, resaltó. Por eso, “la Iglesia dice que cuando esto se verifica, la persona debe dejar el ministerio. El Papa lo ha dicho: ‘No hay lugar en el ministerio para los abusadores’”, afirmó. 

“La corrupción es responsabilidad de todos” 

El arzobispo de Córdoba habló de la corrupción en el país y manifestó: “Estoy convencido de que la corrupción es una responsabilidad de todos”, y aseguró que los argentinos tendemos a “desresponsabilizar”. “Cierto que quien tiene un papel preponderante en la sociedad tiene más responsabilidad, pero esto es de todos”, reiteró y explicó: “Es también corrupción cuando me engancho para no pagar la cuota de la luz, cuando justifico una falta por un motivo que no es verdadero, cuando hago un certificado de salud falso, etcétera”. 

El prelado lamentó la cultura argentina de “la viveza criolla”, de “zafar” y señaló: “Después nos sorprendemos con hechos que golpean a la comunidad”. “Además de la sanción legal que tienen que tener los actos de corrupción tiene que haber una reprobación social, no puede ser que festejemos ‘al que zafa’, al que hace las cosas más o menos, al que tiene avivadas. Las consecuencias las pagamos todos, especialmente los más frágiles, lo más pobres”, puntualizó. 

“Tenemos que sacarnos las máscaras y luchar todos, por supuesto las autoridades, pero todos”, animó. 

“El que hizo la opción por los pobres fue Jesucristo” 

Al ser consultado por el papa Francisco y su opción por los pobres, el prelado cordobés recordó: “El que hizo la opción por los pobres fue Jesucristo”, y exhortó: “Tiene que estar en nuestra actitud el respeto y la consideración hacia los más pobres y el imaginar medios para no solo asistirlos en su necesidad, sino de promoverlos verdaderamente para erradicar su pobreza”. 

El arzobispo denunció que -en un país potencialmente tan rico como nuestro país, con una población con tanto talento- “es un escándalo que el 30% sea pobre y que muchos estén en situación de indigencia”. “¿No tenemos algo que ver todos nosotros?”, interrogó e invitó a tener esto en cuenta a la hora de escuchar a los economistas y las propuestas políticas. 

“¿Por qué nos pasa lo que nos pasa?”, cuestionó y agregó: “Tenemos que hacer un examen de conciencia o autocrítica y decir: las cosas a veces están mal porque las hacemos mal. Y esto me parece que -aunque sea duro- tenemos que asumirlo”. 

Católicos divorciados en nueva unión 

Sobre los católicos que viven esta situación, el arzobispo dijo: “Es un tema que viene de hace tiempo”, y destacó lo que dijo el papa Juan Pablo II de que un divorciado vuelto a unir “no está excomulgado”. El prelado hizo hincapié en la diferencia entre no poder acceder a la comunión eucarística y ser excomulgado. “La excomunión implica ser separado de la Iglesia y de sus beneficios espirituales, es una sanción gravísima que la Iglesia impone solo en contadísimas oportunidades”, explicó y añadió: “El separado en una nueva unión no está excomulgado, vive en la Iglesia y participa, aunque no plenamente de los beneficios espirituales”. 

Monseñor Ñáñez detalló que en la exhortación apostólica ‘Amoris laetitia’, que habla sobre el tema del amor en la familia y donde se promueve el valor del matrimonio y la familia, “el Papa no modificó para nada la doctrina católica”. Y continuó: “Francisco solo recomendó una consideración pastoral de estas situaciones que suponen que quienes están en esa situación vayan acercándose a quien pueda acompañarlos y pueda orientarlos y -con la intención de escuchar y acompañar- integrar lo más que se pueda. Y en eso es donde hay caminos novedosos, donde no es que está todo permitido a la ligera”. 

El prelado detalló que ese matrimonio y esa unión “tiene que pensar y plantear sus cosas delante de Dios, porque nosotros a los hombres los podemos engañar, pero a Dios no lo engañamos”. Y quien acompaña esas situaciones “tiene que pensar que lo que da como orientación lo hace delante de Dios, que juzga sus actos”. 

“La tarea de quien acompaña es de iluminar las conciencias de las personas que van viviendo este proceso, no de sustituir. No se trata de dar permiso o no dar permiso, sino ver la situación delante de Dios. Y después cada uno toma su decisión y es responsable de su vida frente a los demás y a Dios”, expresó. 

“La Iglesia no hace proselitismo” 

Finalmente, el arzobispo de Córdoba habló del trabajo del Comité Interreligioso por la Paz (Comipaz), que desde hace 19 años está al servicio del diálogo entre los credos y el compromiso por la paz, destacó su trabajo en la Argentina como “una experiencia positiva para exportar”, y advirtió “estar atentos a no importar problemas”. 

Asimismo, monseñor Ñáñez afirmó: “La Iglesia no hace proselitismo”. El prelado aseguró que “la Iglesia crece por atracción”, como dijo el papa Benedicto, y luego el papa Francisco recordó. “Tenemos que vivir de tal manera de modo que el estilo de respuesta de un católico suscite el interés”, animó y señaló que no hay que “estar sumando adherentes como si fuera una institución de otro tipo”.

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