Después de 3 meses retenido en Tel Aviv, el hombre aceptó dar el "guet" a su ex mujer y le permitieron salir del país.
El ciudadano argentino JA decidió otorgarle el divorcio religioso a su ex mujer MY y puede dejar Israel, donde estaba retenido por un Tribunal Rabínico desde febrero. Lo que se suponía que sería un conflicto que llevaría mucho tiempo para resolver, especialmente debido a la negativa de JA, finalmente se resolvió porque él decidió dar el "guet" -a regañadientes-, desencadenar a MY y liberarla para que pueda rehacer su vida.
Vale recordar que JA se casó con MY en junio de 2017 por la vía civil y religiosa. Se separaron en noviembre de ese mismo año, pero él no le dio el divorcio religioso, también conocido como guet, documento clave para que la mujer rehaga su vida bajo el rito judío. El 1° de febrero, MY elevó una denuncia ante los tribunales rabínicos para reclamar el divorcio religioso. Cuando JA viajó a Israel para asistir a la boda de un amigo a mediados de febrero, el Tribunal Rabínico de Tel Aviv dispuso una orden de restricción de salida del país. El 30 de abril, luego de una audiencia, el tribunal decidió que esa restricción continuara vigente.
El ansiado guet. En la película "El divorcio de Vivianne Amsalem" la mujer finalmente obtiene la "libertad" después de años de lucha.
Según pudo averiguar Clarín, JA se presentó el pasado miércoles, por iniciativa propia, ante los tribunales rabínicos, con la idea de acceder a entregar el divorcio, pero no lo habría hecho con buenos modos. Por lo que fue freezado y citado para este domingo, cuando pudo llevarse a cabo la ceremonia de entrega del guet a cambio del levantamiento de la medida que le impedía dejar Israel.
¿En qué consiste ese tipo de "ceremonia"? "Lo que suele suceder en estos casos -explica Abraham Skorka, rector emérito del seminario rabínico- es que el hombre realiza en un papel un escrito de propia voluntad, firmado por testigos, que dobla de determinada manera y entrega a su ex mujer, que junta las palmas de sus manos en señal de aceptación. Él le dice algo así como 'he aquí tu acta de divorcio que te permitirá alejarte de mí y volver a casarte con quien quieras'. Es un procedimiento muy simple que deja en claro que las excusas de él eran infundadas para el Tribunal Rabínico, entidad que consideró que la manera de comportarse de él estaba mortificando a ella. El guet queda en el tribunal y lo que obtienen las partes es un certificado que acredita el nuevo estatus".
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Desde la Embajada argentina en Tel Aviv confirmaron -y celebraron- la noticia deseando que "de una vez por todas se llegue al final y ambas partes puedan rehacer su vida como deseen". Siempre dentro de la cautela para declarar "sobre un tema delicado y privado, podemos decir que este ciudadano ya puede salir de Israel, situación que para nosotros era un dolor de cabeza. Teníamos que proteger sus intereses y acompañarlo dentro de nuestras posibilidades. Toda esta incertidumbre durante estos meses estaba resultando angustiosa para este señor".
Un hombre de religión judía caminando en Tel Aviv; de dondo un cartel que reza "Agunot", la maldición de las judías "encadenadas" por el matrimonio.
Desde distintos ámbitos de la colectividad judía manifestaron a Clarín que "esta historia se extendió demasiado y con lo resuelto este domingo por el Tribunal Rabínico se evidencia que la resolución estaba en las manos de JA. Él sabía que aceptando entregar el divorcio religioso antes, no habría atravesado la prolongada restricción". De acuerdo a fuentes de la comunidad "JA estaba desesperado por irse, por lo que estaría llegando a la Argentina este lunes".
MY, de 20 años y cuya familia tiene una inmobiliaria en Buenos Aires, obtuvo la ciudadanía israelí desde la semana pasada, estrategia que echa por tierra la supuesta incompetencia del Tribunal Rabínico israelí ante un caso de dos ciudadanos argentinos. "Fue una medida inteligente por un lado y por otro la chica reconoció que quiere vivir en Israel", hicieron saber a Clarín.
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Al parecer, la familia de JA, que tiene una fuerte presencia en el barrio de Once dentro de la industria textil, habría meditado sobre si seguiría valiendo la pena mantener la negativa a ultranza "por enojos personales, bronca hacia la otra parte, orgullo o simplemente despecho".
Por el lado de la defensa de MY, la primera reflexión es que "no era otra cosa más que un dominio del hombre contra la mujer, te libero cuando yo quiero. Es una victoria de este paradigma femenino que exista hoy en día y creo que con esta decisión los tribunales se atuvieron a los tiempos que corren y entendieron que no se puede proceder de esta forma. Por otra parte primó el sentido común al oficializarse un divorcio que ya tenía separación civil".
¿Cómo seguirá el tema en Argentina? Hay una denuncia penal en trámite por tentativa de instigación a la privacidad individual de la libertad de él hacia ella "que no debería prosperar" por la resolución del tribunal que excedería a MY.
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¿Habrá finalmente alguna acción legal por daños y perjuicios, daño moral, o lucro cesante de parte de JA? Sus abogados no le atendieron el teléfono a Clarín. "Del lado de ella hay satisfacción pero también temor por las causas que podrían abrirse a partir de ahora. Del lado de él, persiste el enojo. Sólo esperamos desde la colectividad que terminen de pelear y cada uno siga con su vida. Confiamos en que el tiempo enfríe las cosas y que cada uno, con su libertad, pueda priorizar un futuro constructivo"
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