En panorama electoral y con Javier Milei como principal candidato a ser el nuevo presidente, el colaborador Esteban Pittaro hace un recuento sobre el candidato y recuerda palabras del Papa Francisco sobre el voto de un católico
Javier Milei se erigió en las primarias argentinas como el principal candidato a ser el nuevo presidente. Y se reavivó en los últimos días, a poco de un mes de las elecciones generales, su acérrima crítica al Papa Francisco y sus insinuaciones sobre la Doctrina Social de la Iglesia. El histriónico economista había calificado al Papa Francisco en una entrevista televisiva de hace algunos años de «representante del maligno en la tierra», instancia en la que además ratificó: «No tengo ningún problema en decir lo que digo del impresentable que está en Roma, porque promueve la pobreza y un régimen de miseria».
Además, en su discurso tras la victoria en las primarias calificó -en su discurso- a la justicia social como una aberración, reflexión que, si bien podría tener como blanco políticas sociales generales encarnadas por distintos partidos políticos, católicos interpretaron como una ofensa a los fundamentos de la fe cristiana. Es que el propio catecismo de la Iglesia Católica destina un artículo, en la parte III, a la Justicia Social.
Misa en desagravio por el Papa y defensa
Tras esta inesperada victoria en las primarias, que ninguna encuestadora predecía, decenas de sacerdotes que se desempeñan en el ámbito de las villas y los barrios más humildes se congregaron para celebrar una Misa en desagravio por el Papa ante los comentarios vertidos contra él, e incluso explicitaron su preocupación por lo que podría significar la victoria de Milei en las elecciones. En una declaración escrita y leída en la ocasión expresaron: «Uno se termina preguntando si alguien con ese desorden emocional, que no puede encontrarse con quien piensa distinto sin gritar o insultar, puede soportar las tensiones propias del cargo público al que aspira».
En defensa del Papa, los sacerdotes de distintas diócesis, acompañados en la Misa concelebrada en la villa porteña 21-14 por obispos auxiliares de Buenos Aires, consideraron: «Con estupor, pudimos comprobar en tuits que se remontan al 2017 dirigiéndose al Santo Padre diciendo ‘a vos te gusta la mierda de la justicia social’ y así fue creciendo el odio en sus mensajes convertido en agravios sin límites hasta el 2018, cuando se refirió a Francisco con el peor de los insultos, atravesando todas las fronteras del odio. Como indicábamos en comunicados del 11 de enero de 2018 y del 29 de junio de 2019, el Papa no hace más que actualizar la doctrina social de la Iglesia y el magisterio de sus predecesores».
Pese a las consideraciones de Milei sobre el Papa, una parte considerable de su caudal de voto contempla católicos. Javier Milei, insisten, y han defendido durante los ecos de la Misa algunos de sus candidatos a diputados (como la influencer Lilia Lamoine), es el único candidato que abiertamente se expresa en contra de la ley del aborto. Milei argumenta su postura desde su mirada del Liberalismo, que, en su propuesta, tiene como pilar el Derecho a la Vida. También se ha manifestado en numerosas ocasiones en contra de la ideología de género, y en las listas de sus candidatos hay numerosos postulantes reconocidos por sus posturas en esta línea.
Además argumentan que los dichos iracundos hacia Francisco reproducidos en esta nota fueron declaraciones de hace años, previo a su irrupción en la carrera presidencial. No obstante esto, él no se ha desdicho ni disculpado.
El principal referente de Javier Milei es Alberto Benegas Lynch (h), economista cuya definición del liberalismo reproduce de memoria. Éste, además de su contribución al desarrollo del liberalismo en el país, ha sido uno de los economistas argentinos que ha intentado proponer la no contradicción entre la economía de mercado y la Doctrina Social de la Iglesia.
Pero el magisterio del Papa Francisco, como ha expresado en más de una ocasión Benegas Lynch, ha supuesto una ruptura con la conciliación que venían él y otros intelectuales proponiendo, conciliación que incluso ha sido discutida en distintos foros. Y Benegas Lynch ha escrito en más de una ocasión sobre lo que considera los errores de Francisco en sus expresiones sobre la cuestión social.
Si Milei suscribiese a las reflexiones de Benegas Lynch, como suele decir hace, la mirada sobre el Papa parece irreconciliable; no es tan solo la personalidad del Papa la que lo ofusca. Ve una profunda contradicción entre lo que propone el Papa en su magisterio y el modelo económico que entiende ha de proponerse desde el Estado.
En numerosos programas periodísticos, ante la contradicción que aparentemente expresa Milei sosteniendo algunos valores expresados por la Iglesia y cuestionando otros, además del desprecio que expresa sentir del Papa, se preguntan a quién vota un católico.
Ante otro escenario, frente una pregunta sobre las elecciones en Estados Unidos en las que se enfrentaban Donald Trump y Hillary Clinton, Francisco expresó:
«Me ha hecho una pregunta que describe una decisión difícil porque, según usted, hay dificultades con uno y dificultades con el otro (…) Durante las campañas políticas, nunca digo nada. Los pueblos son soberanos. Solo diría, estudien bien las propuestas, recen y elijan con su conciencia».
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