Junto a Mons. Rogelio Cabrera, Arzobispo de Monterrey, el representante de la Santa Sede aseguró que esta ruta marcada es parte importante para seguir caminando juntos, pero pidió que este plan no quede en letra muerta, sino que sea una verdadera ayuda para la vida eclesial en las parroquias y comunidades.

 El nuevo Plan de Pastoral de la Arquidiócesis de Monterrey, visión 2031-2033, Caminando Juntos con la Mirada puesta en Jesús fue promulgado este domingo 7 de mayo con la participación especial del Nuncio Apostólico en México, Joseph Spiteri, quien presidió la celebración eucarística de clausura del Festival Católico “ASerCat a Cristo”.

Ahí reconoció el trabajo de la Iglesia regiomontana y afirmó que este esfuerzo es un buen ejemplo de este esfuerzo común para vivir nuestra fe, como comunidad unida en la caridad.

“Esto significa también tener el valor de denunciar las injusticias y la violencia, llamar siempre a la conversión del corazón, al cambio de vida y actuar nosotros en primera persona… amar como Jesús nos ha amado, como Jesús nos ama”

“Queridos hermanos y hermanas, adelante con el Plan de Pastoral, ya no será necesario preguntarnos a dónde vamos, es Jesús mismo quien nos lleva por el camino de la vida", dijo Joseph Spiteri.

Joseph Spiteri, también hizo un llamado a impulsar la caridad y evitar las divisiones, que dijo son alimentadas por el diablo, para crear dualidad, división y vaciar nuestra fe; señaló que aunque es cierto que la vida no es fácil y se pueden encontrar muchos problemas personales, familiares y sociales, “no hay que perder la paz”, pues aseguró que “si estamos unidos y nos apoyamos podemos salir adelante”.

Por lo que pidió a los fieles regiomontanos guiarse por este camino marcada por la Arquidiócesis de Monterrey y que no quede en letra muerta.

“La participación de todos en la preparación del Plan de Pastoral refleja el método escogido por los Apóstoles en la primera comunidad cristiana, todos colaboran, abiertos a la acción del Espíritu Santo. Ustedes tienen ahora un documento que marcará la ruta, pero todos están llamados a seguir caminando juntos, para que el plan no quede letra muerta, sino una ayuda práctica para la vida eclesial en las parroquias y comunidades”.

A este evento asistieron más de cinco mil personas, donde se pidió la intercesión de la Virgen del Roble relacionada directamente con la historia católica de la comunidad regiomontana.