En aquel caluroso enero de 1998, el país estaba saliendo del «efecto tequila» y los devastadores efectos de la década del «menemato», donde muchos argentinos comenzaron a quedar sin techo.

Las crisis se han ido sucediendo una tras otra, pero también se han modificado las causas por las que una persona pide cobijo, albergue, ducha o un plato caliente. El flagelo de los estupefacientes, por caso, es uno de los factores claves para esta cruel situación que no es ajena ya a ningún conglomerado urbano.

En Villa Carlos Paz, el Refugio Brochero se autogestiona gracias a una red de personas solidarias, que donan tanto elementos materiales como tiempo de trabajo... que a fin de cuentas es lo más valioso. Llegate al Refugio Brochero a dar tu mano solidaria.