En la Solemnidad de Cristo Rey, Francisco reflexiona sobre dos palabras, rey y mundo, para recordar que el reino de Jesús no es de este mundo, no está hecho de poder o de violencia, es el reino de los cielos, que Cristo trae a la tierra derramando gracia y verdad.
Por: Alina Tufani Díaz- Ciudad del Vaticano
La conversación entre Pilatos y Jesús antes de su condena a muerte que presenta el Evangelio de hoy sirve de punto de partida para la reflexión del Santo Padre que, ante una plaza de San Pedro, soleada y repleta de fieles y peregrinos en la solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, recuerda que el reino de Jesús no es de este mundo, redime del mal con el poder del amor, libera y perdona, da paz y justicia.
La Palabra que transforma el mundo
Tras la celebración de la Santa Misa en la solemnidad de Cristo Rey y Jornada Mundial de la Juventud, en la Basílica de San Pedro, Francisco en el Ángelus puso de relieve dos palabras: rey y mundo. Y es que, respondiendo a Poncio Pilato, “Jesús afirma ser rey” pero diferente, es “Aquel que dice la verdad” y su poder “el Verbo Encarnado reside en su palabra verdadera y eficaz, que transforma el mundo”.
Un mundo, muy diferente al de Pilato, recuerda el Papa, en el que los fuertes ganan a los débiles, los ricos a los pobres, los violentos a los mansos. “Un mundo -afirmó - que desgraciadamente conocemos bien”.
“Jesús es Rey, pero su reino no es de este mundo. El mundo de Jesús, de hecho, es el nuevo, el eterno, que Dios prepara para todos dando su vida por nuestra salvación. Es el reino de los cielos, que Cristo trae a la tierra derramando gracia y verdad. El mundo, del cual Jesús es Rey, redime la creación arruinada por el mal con el poder del amor divino que libera y perdona, que da paz y justicia”.
Quien no se abre a la verdad…
El Santo Padre resalta esa actitud de Pilato que, no obstante, el diálogo cercano con Jesús “permanece lejos de él”- Vive en un “mundo diferente” – dice el Pontífice, por lo que “su diálogo no se convierte en entendimiento, Pilato no se abre a la verdad, aunque la tenga delante”. Condenó a muerte a Jesús sin haber entendido sus palabras.
“Y, sin embargo, Cristo vino al mundo, a este mundo nuestro: el que es de verdad oye su voz. Es la voz del Rey del universo, que se convirtió en el sirviente de todos”.
¿Jesús es mi "rey"?
“Escuchar al Señor ilumina nuestro corazón y nuestra vida”. Esta afirmación del Papa fue seguida con sus usuales preguntas que invitan a la reflexión y que ponemos en manos de la Vírgen María Madre Nuestra, con esperanza en el Reino de Dios
“¿Puedo decir que Jesús es mi "rey"? ¿En qué sentido? ¿Es su Palabra mi guía, mi certeza? ¿Veo en él el rostro misericordioso de Dios hacia mí y hacia cada hermano y hermana?”
La soleada Plaza de San Pedro en la solemnidad de Cristo Rey
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