En su libro La diversidad reconciliada. Un protestante en el periódico del Papa, el pastor Marcelo Figueroa resalta la visión ecuménica del Papa Francisco y agradece el legado de Benedicto XVI en la promoción del diálogo entre confesiones.
Por Ary Waldir Ramos Díaz
En su libro La diversidad reconciliada. Un protestante en el periódico del Papa, el pastor Marcelo Figueroa resalta la visión ecuménica del Papa Francisco y agradece el legado de Benedicto XVI en la promoción del diálogo entre confesiones.
Figueroa es pastor de la Iglesia presbiteriana en Argentina, y desde 2015 es columnista de L’Osservatore Romano, siendo el primer protestante en tener “firma editorial” en el diario de la Santa Sede, con más de 150 años de historia, del cual también es representante por la edición en Argentina.
“La comunicación significativa se da con aquellos que piensan distinto, ya que el esfuerzo de quedar bien o decir las mismas cosas no es algo auténtico”, afirmó Marcelo Figueroa en diálogo con ACI Prensa después de la presentación de su libro en español en el Vaticano el 4 de julio.
El ecumenismo no existe sin identidad y escucha
“En el diálogo entre personas de diferentes confesiones, es fundamental que cada individuo mantenga su identidad sin diluirse o perder su singularidad. El verdadero diálogo entre religiones ocurre cuando ambas partes mantienen su identidad y buscan puntos de encuentro en lugar de enfrentarse”, expresó Figueroa.
El segundo elemento que remarcó “es la escucha activa y comprensiva. No se trata de esperar a que el otro termine de hablar para responder, sino de realmente entender su perspectiva y forma de ver el mundo”. Convertir al otro a toda costa o tener un afán de proselitismo, como lo ha indicado Francisco, no es diálogo auténtico y puede ser violento para el encuentro”.
El legado de Benedicto XVI
Figueroa recuerda la continuidad del magisterio de Francisco con el de Benedicto XVI, quien también “ha abordado la importancia del ecumenismo, especialmente en el contexto de la Biblia”, que “puede ser una herramienta para la unidad entre diferentes iglesias”.
“Obviamente la competencia violenta el diálogo y el encuentro”, anotó Figueroa, y recordó el espaldarazo al diálogo ecuménico por parte del Papa alemán. En ese sentido citó la exhortación apostólica Verbum Domini, en la que Benedicto XVI insta al trabajo de las traducciones y a la difusión de la Biblia, señalando que“conviene que se lleve a cabo en lo posible en colaboración con las diversas Sociedades Bíblicas”.
“A veces, aquellos que no están familiarizados con estos conceptos pueden malinterpretar las intenciones del Papa, pero su enfoque ha sido promover la unión y el entendimiento mutuo entre diversas confesiones”, comentó el pastor, quien fue también director general de la Sociedad Bíblica Argentina durante 25 años.
En el marco del 10º aniversario del pontificado, Figueroa sostuvo que “el balance ecuménico es histórico”, según su experiencia de más de “30 años en el diálogo también con las cosmovisiones de las culturas indígenas”. Y enfatizó: “Creo que el Papa va a ser recordado, quizá como la figura ecuménica, interreligiosa e intercultural más importante de la historia”.
“Francisco ha sido una luz para otros”, añadió. “Hay un Sínodo de la Amazonía y dos encíclicas que son eminentemente ecuménicas. Desde mi punto de vista, este pontificado ha dado un aporte al ecumenismo que tiene un efecto de legado profundo para muchas generaciones”.
Entretanto, invitó a reflexionar sobre “nuestro rol como cristianos” frente a fenómenos como “los fundamentalismos que destruyen, la indiferencia, los más vulnerables o la degradación del medio ambiente”.
Argentina y el Papa Francisco
“En Argentina —continuó Figueroa— , Francisco es muy amado, principalmente por el pueblo sencillo y de la calle. Lo era como Bergoglio y [lo es] como Papa. No puedo hablar en nombre de todo el mundo protestante, porque es heterogéneo y diverso. Pero para nosotros ha sido un Papa abierto al encuentro con el cristiano de distintas confesiones, con el musulmán, con el judío, con los pueblos aborígenes”.
Un rabino, un protestante y un Cardenal dialogan en televisión
Cabe recordar que Figueroa es amigo personal de Jorge Mario Bergoglio desde hace más de 20 años. Junto con el rabino Abraham Skorka y el entonces Cardenal Bergoglio, participó y produjo por casi tres años un programa de televisión interreligiosa transmitido por Canal 21, perteneciente a la Arquidiócesis de Buenos Aires.
El programa “Biblia, diálogo vigente”, que luego se editó en un libro homónimo, recibió el premio Martin Fierro honorífico de 2013. Figueroa recuerda esa vivencia: “Desde un estudio de televisión, vimos la necesidad de poner en el aire algo que hacíamos naturalmente: el diálogo entre confesiones. Nos sentamos los tres en una mesa y lo que hicimos fue llevar las mismas conversaciones que solíamos tener alrededor de un mate [bebida típica en Argentina]. Esa experiencia ha sido un símbolo, para mí, más que una simple anécdota”.
El Cardenal Bergoglio y su seriedad ante los medios
Figueroa comentó que “sí, es cierto que muchas personas recuerdan al Cardenal Bergoglio como alguien reacio a hablar ante una cámara. Sin embargo, en lo privado siempre lo recordaré como un hombre sumamente amigable y sonriente. Aunque para algunos fue sorprendente ver su soltura mediática cuando se convirtió en Papa, para mí no lo fue tanto, ya que siempre lo vi desenvolverse así”.
¿Cómo será recordado el Papa Francisco?
“El Papa Francisco será recordado como una de las grandes personalidades de la humanidad, al igual que Martin Luther King o Gandhi. Su legado será estudiado por muchas generaciones, y sus encíclicas, como Laudato si’ y Fratelli tutti, serán leídas en ámbitos académicos, universitarios y escolares durante mucho tiempo. Sin duda, su figura y su contribución perdurarán en la memoria colectiva”, concluyó Figueroa.
El libro de Figueroa, recopilando más de cien artículos publicados en L’Osservatore Romano, ofrece una mirada ecuménica que puede ser una clave para interpretar y evaluar la estrategia diplomática del Papa Francisco frente a las miserias, guerras, egoísmos y palabras ofensivas.
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