El entonces presidente de la DAIA, Julio Schlosser (foto), reveló hoy, jueves, en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN) [...]
[...] que cuando el año pasado él y otros dirigentes de la entidad fueron citados al despacho del juez Daniel Rafecas para anticiparles que rechazaría la denuncia del fallecido titular de la Unidad Fiscal de Investigación del Atentado a la AMIA contra los entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y canciller, Héctor Timerman, entre otros, por encubrimiento de los imputados iraníes tuvieron “una conversación en la cual uno trató de mantener el respeto por la investidura, pero en algunos momentos se hizo difícil aceptar las manifestaciones” del magistrado sobre la salud mental de Alberto Nisman.
Y respecto de las solicitudes de juicio político en su contra, el ex referente comunitario aseguró que Rafecas “debe ser investigado a fondo” porque “no debe quedar vestigio alguno de duda sobre la conducta de un magistrado de la Nación”.
También embistió contra la procuradora general, Alejandra Gils Carbó: “Ocupa un cargo que te permite hacer las cosas más difíciles; esperamos que ciertas conductas y personajes puedan ser removidos”, declaró a AJN en su actual carácter de “un simple ciudadano argentino que expresa su opinión y quiere justicia”.
“Hoy, lamentablemente, se está en lo mismo que el día posterior a su muerte: manoseando y echando dudas sobre quién era Alberto Nisman, y -como siempre- digo que no se suicidó; estuvimos con él un par de días antes y estamos convencidos de que en sus manos tenía algo -que no conocimos- que lo impulsaba a vivir”, afirmó Schlosser.
Por otra parte, “aquel que nada tiene que ocultar no debería temer a una investigación judicial”, pareció responderle a Fernández de Kirchner.
“Varios miembros de nuestra Comisión Directiva e incluso periodistas fuimos acusados de traición a la patria y creo que ninguno de nosotros dejó de dormir un minuto por esa falsa e infundada imputación, que nos molestó y tuvimos que explicarles a nuestros hijos y familias que nada teníamos que ocultar y esperábamos tranquilos la resolución judicial porque queríamos que se nos investigara; nuestro nombre quedó más limpio que el día anterior a la denuncia”, recordó el entonces presidente de la DAIA.
Desde la asunción del nuevo Gobierno, “el primer punto de inflexión fue aquello que pedí porque era el camino más corto para voltear el Memorándum de Entendimiento con los acusados de pergeñar el atentado”, para quienes ese pacto “nunca existió”: “desistir del recurso de apelación” de su inconstitucionalidad ante la Cámara Federal de Casación, destacó.
Asimismo, el nuevo titular de la Unidad Especial de Investigación del Atentado a la AMIA del Ministerio de Justicia y Derechos humanos de la Nación, Mario “Cimadevilla es intachable: no va a permitir que le pongan trabas y va a querer llegar ‘hasta el hueso’ para tener la tranquilidad de que la causa avanza”, aseveró Schlosser.
“Tuvimos 22 años de impunidad y connivencia con aquellos que practicaron este horrible atentado, y tengo fuertes esperanzas de que a partir de ahora se iniciará una nueva etapa de buscar las conexiones internacionales y locales que permitieron que sucediera”, anheló.
“No me voy a cansar de decir que quien no espera vencer ya está vencido, y la comunidad judía espera justicia”, finalizó el ex presidente de la DAIA.
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