Los presidentes de AMIA y DAIA, Leonardo Jmelnitzky y Julio Schlosser, respectivamente, expresaron conmoción hoy, en diálogo con la Agencia Judía de Noticias, ante la muerte del fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, quien iba a prestar testimonio esta tarde en la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados sobre su denuncia contra la presidenta Cristina Fernández.
Esta madrugada se encontró el cuerpo sin vida del fiscal en el baño de su departamento de Puerto Madero. Según las primeras indicaciones, el funcionario judicial tenía un disparo en la cabeza de un revolver pequeño, que sería de su propiedad, y el arma se encontraba cerca del cuerpo. Las primeras hipótesis hablarían de un supuesto suicidio. "Estamos shockeados y conmovidos. Tenemos un dolor terrible", expresó Schlosser.
Sobre el escritorio se encontraba la documentación que iba a presentar hoy en diputados, en la cual denunció a la presidenta Fernández y miembros cercanos del gobierno del gobierno habían encubierto a los iraníes acusados de participar del atentado a la AMIA en 1994, donde fallecieron 85 personas.
Fuentes revelaron que ayer a la tarde la familia del fiscal había intentado comunicarse con él pero que no lo habían logrado. Debido a esto su madre se acercó a las torres Le Parc, donde tocó la puerta pero no recibió respuesta. Debido a esto llamó a un cerrajero y luego de entrar encontró el cuerpo de su hijo. "Estamos conmovidos", agregó Jmelnitzky. El fiscal disponía de 10 efectivos de la Policía Federal Argentina para su custodia personal. En el lugar se encuentran el secretario de Seguridad, Sergio Berni, el jefe de Prefectura Naval y el jefe de la Policía Federal. Las fuerzas de seguridad trabajan para descubrir cuál fue la hora exacta de su muerte.
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