Por Salvatore Cernuzio

"Para educar a un niño hace falta todo un pueblo". Francisco recurrió a la antigua sabiduría africana para elogiar el trabajo conjunto de obispos, sacerdotes, científicos y estudiosos de varios países africanos que han puesto en marcha un Pacto Educativo Africano, una declinación local del Pacto Educativo Global lanzado por el mismo Francisco en 2019 para contrarrestar la emergencia educativa que marca a las nuevas generaciones en todo el mundo. El Papa ha recibido esta mañana, 1 de junio, en el Vaticano, a una delegación de la Fondation Internationale Religions et Sociétés, promotores de la iniciativa fruto de un Simposio Internacional celebrado en noviembre en Kinsasa, bajo el patrocinio de la Conferencia Episcopal del Congo y organizado por la Fondation Internationale Religions et Societes y la Universidad Católica del Congo.

El Pacto Educativo se convierte en una realidad local 

En aquel Simposio, Francisco dijo en su discurso, enriquecido con citas de Nelson Mandela, Julius Nyerere e incluso Plinio el Viejo, "habéis declinado al estilo africano el Pacto Educativo Mundial..... Os felicito porque habéis sido los primeros en poner en marcha un pacto educativo continental".

Habéis demostrado que habéis entendido bien lo que yo pretendía con esta iniciativa, a saber, que el Pacto Mundial por la Educación se convirtiera en una realidad local, fruto de reflexiones llevadas a cabo a partir de vuestro propio contexto y recursos culturales, y que estuviera atento a las necesidades educativas del territorio.

Pacto educativo

Francisco, recordando la milenaria tradición educativa de África, reitera por tanto la importancia de "una alianza educativa" idealmente firmada por todos los actores de la sociedad y de la cultura. La "aldea", en definitiva, de la que habla el citado proverbio.

Acompañar a cada niño no es responsabilidad exclusiva del padre y la madre, sino de todos los miembros de la comunidad. Todos, por tanto, tienen el deber de apoyar la educación, que es siempre un proceso coral.

"Hacer coro"

"En educación tenemos que arriesgar más y hacer un coro", dice el Papa. " Haced coro", le dice a África. Y cita otro famoso aforismo africano, "Yo soy porque nosotros somos", que ayuda a comprender la dimensión comunitaria de la existencia.

A este lema, en el que se basa el Pacto Africano por la Educación, se añade también la dimensión de la fe. "Soy porque somos y creemos", dice el Pontífice, recordando la rica espiritualidad de los pueblos de África, entre los primeros en concebir el monoteísmo respecto a otras civilizaciones y también entre los primeros en abrirse "con gran entusiasmo" al anuncio cristiano. "Actualmente es el continente que ve crecer más el número de cristianos y de católicos", subraya Francisco. Por ello, recalca: "Soy porque somos y creemos...".

Los jóvenes, una riqueza

Además de la herencia de la fe, el Papa señala el otro gran recurso del continente más joven del mundo: "Los jóvenes.... Ellos son vuestra riqueza". En este sentido, el Papa Francisco recuerda el encuentro Zoom "Construyendo puentes entre África", del 1 de noviembre de 2022, organizado por la Pontificia Comisión para América Latina y la Universidad Loyola de Chicago. Un largo diálogo en línea del Papa y un grupo de universitarios africanos apasionados, inteligentes y "listos".

Les animo a escuchar la voz de los jóvenes y sus ideas, sin autoritarismos: el Espíritu también habla a través de ellos, y estoy seguro de que podrán sugerir cosas bellas y sorprendentes.

Trabajar con los gobiernos locales

"Que invirtáis las mejores energías en su educación", es la recomendación del Papa. "Después de las políticas de educación de masas, que caracterizaron las primeras décadas del poscolonialismo, es el momento de trabajar junto con los gobiernos locales para la cualificación cada vez mayor de la educación, especialmente formando bien a los profesores, valorándolos y creando las condiciones necesarias para el ejercicio digno de su profesión." 

"Miremos a África con gran confianza, porque tiene todo lo que necesita para ser un continente capaz de trazar caminos de futuro", exhorta finalmente el Pontífice. La referencia es "no sólo a los grandes recursos minerales y al progreso económico y a los procesos de paz", sino sobre todo a los "recursos educativos":

Los valores de la educación tradicional africana, especialmente los de la hospitalidad, la acogida, la solidaridad, son valores que encajan perfectamente en el Pacto Educativo

Y el cristianismo "se corresponde con lo mejor de cada cultura y ayuda a purificar lo que no es auténticamente humano y, por tanto, ni siquiera divino". 

Mandela y Nyerere

En este trabajo se puede contar con la reflexión de muchos filósofos y pedagogos africanos, así como con el ejemplo de muchos misioneros educadores y estadistas educadores. Francisco menciona a Nelson Mandela, que "en su país oprimido por el apartheid reconstruyó la unidad entre las distintas razas mediante la reconciliación y la educación". Mandela, de hecho, "sostenía que la educación es la herramienta más poderosa que se puede utilizar para cambiar el mundo". 

También puede inspirarse, dice el Papa, en otro gran estadista, el siervo de Dios Julius Nyerere, llamado "maestro", que "supo crear políticas educativas para el crecimiento de todos sus compatriotas, independientemente de las condiciones económicas o sociales". Nyerere "se sustentaba en su fe católica y afirmaba que sin la celebración de la Eucaristía le habría sido imposible realizar su trabajo".

Siempre algo nuevo de África

La otra cita, que concluye el discurso del Papa, es de Plinio el Viejo: "Ex Africa semper aliquid novi. De África siempre surge algo nuevo". El Pacto Educativo Africano confirma estas palabras: este Pacto "es una novedad que se desarrolla a partir de dos grandes raíces: la cultura tradicional y la fe cristiana". Y, como dice otro proverbio africano, "cuando las raíces son profundas, no hay por qué temer al viento".