El arzobispo porteño propuso hacerlo durante este tiempo de preparación para la Navidad y sugirió utilizar la imagen y el lema que acompañan la misión: "Con Jesús renace la esperanza".
El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, compartió la imagen que acompañará la misión de Adviento y Navidad en el territorio porteño y que llevará por lema "Con Jesús renace la esperanza".
"La idea es llenar todos los negocios; poder llegar a todas las vidrieras y compartir esta imagen con los vecinos; compartir esta imagen con las distintas familias; poder tener pegada en las vidrieras, en los negocios, en las parroquias, en las distintas instituciones del barrio", puntualizó en su homilía dominical.
Para esta reflexión, el arzobispo porteño dijo que releyó un libro de un autor alemán que plantea la diferencia que hay entre una esperanza incierta y una esperanza cierta.
"Nuestra esperanza cierta es porque creemos en Dios cuando nos dice: 'que llegarán los días en que cumpliré mi promesa' y por eso, entonces, levantamos la cabeza y queremos tener ánimo y queremos hacerlo en medio de los problemas que no queremos que nos aplasten", puntualizó.
"Por eso escuchamos al Señor cuando nos dice: 'no se dejen aturdir por los excesos y preocupaciones', pero tampoco queremos escaparnos de los problemas. Tampoco queremos huir de las dificultades porque creemos que nuestra esperanza sea también una esperanza encarnada como es lo que celebramos en Navidad. La encarnación del mismo Dios", profundizó.
Monseñor García Cuerva terminó su reflexión planteando cómo seguir alimentando la esperanza y no dejar que esa esperanza cierta se apague con una poesía que se llama: "Entonces ¿Qué hacemos?", que citó:
¿Qué hacemos con los pies de barro, con los sueños rotos, con las noches de vigilia y las puertas cerradas? ¿Qué hacemos con la Fe asediada, el amor negado, los golpes injustos y el desaliento? ¿Qué hacemos con la pobreza, con el fracaso, con el hambre, con la guerra, con la tristeza que campa a sus anchas por tantas vidas? No rendir la esperanza, ni blindarnos contra la tormenta. No renunciar a los sueños, seguir buscando la llave que abra la vida, que libere la alegría, que desencadena la paz, la abundancia y la justicia y seguir confiando con la esperanza que con nuestro barro tú haces milagros.
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