Victoria Tanco, la gran promesa del golf argentino que dejó el deporte por la religión

Victoria Tanco, la gran promesa del golf argentino que dejó el deporte por la religión

Con sólo 22 años, decidió abandonar la práctica profesional y apuntar a un crecimiento espiritual. "Tengo un propósito en la vida: expandir el Reino de Dios“.

Con apenas 22 años y un futuro que asomaba muy auspicioso en el deporte, la argentina Victoria Tanco decidió abandonar el golf para volcarse por completo a la religión y continuar con una vida más relacionada al crecimiento espiritual que a las presiones del éxito deportivo.

"Lo que importa es la persona, no los trofeos", afirmó en una entrevista con La Nación.

Tanco era la gran promesa del golf argentino. Con apenas 14 años y 8 meses, fue nombrada como la mejor jugadora aficionada junior del año en Estados Unidos, un prestigioso galardón que por ejemplo habían ganado Tiger Woods y Phil Mickelson. Y nunca antes un argentino lo había conseguido.

Mientras tanto, ella aclaraba: "El golf me atrae por los paisajes".

Desde julio de 2015 que no juega un torneo oficial. Aquella vez fue el Fuccillo KIA Championship at Capital Hills.

Ahora vive en la Mosaic Church, una iglesia ubicada en Oakland, Florida. “Estaba perdida sin un propósito en la vida, intentando hacer lo mejor con las circunstancias que debí enfrentar. Mi propósito era el golf. Si no me iba bien, mis emociones y todo el resto de las cosas se gastaban en eso. Ahora que llevo casi dos años desde que ya no juego golf profesional, lo bueno es que ya tengo tengo un propósito en la vida: expandir el Reino de Dios“, advierte.

Tanco nació el 25 de febrero de 1994 en Capital Federal. Comenzó a jugar al golf a los 6 años, impulsada por sus padres, Marcelo y Lucía, quienes querían que practicara algún deporte. A los 11 años ganó su primer torneo internacional, en Estados Unidos, y a los 14 ya era la número uno del Ranking Americano Juniors. Cosechó títulos nacionales e internacionales.

Participó en cinco US Women’s Open consecutivos, entre 2008 y 2012, y fue integrante del LPGA Tour entre 2012 y 2014. En 2009, recibió el premio Clarín como Revelación del Año.

En mayo de 2016 empezó a darse cuenta de que ya no estaba disfrutando tanto del deporte que siempre la había apasionado. Las presiones la absorbían. Y empezó a evaluar la posibilidad de dar un paso al costado.

"Si un deportista puede llegar a esa paz de jugar y que la disciplina que practica no controle su vida, entonces va a encontrar el éxito. Yo no me siento frustrada, aunque no haya cumplido mis objetivos y no imaginaba este presente cuando era chica. Es más, siento que las puertas del golf siguen estando abiertas para mí, pero ahora estoy satisfecha con este nuevo rumbo", aclaró.

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