“Como católicas que éramos, recurrimos a la Iglesia para denunciar los casos de desapariciones y apropiaciones, y nos dieron la espalda. Eso fue algo que nos dolió mucho. Pero desde la asunción de Francisco existe otra actitud y eso nos hace recuperar la confianza”, señaló Carlotto en declaraciones a Radio Del Plata.

En ese sentido, la dirigente de Abuelas afirmó que la relación actual con la Iglesia “es muy buena”, y que con la colaboración de la jerarquía eclesiástica argentina se trabaja para conocer la identidad de las personas que nacieron en cautiverio durante la última dictadura cívico militar.

“La relación con la Iglesia argentina cambió y ahora es muy buena. Apreciamos mucho la colaboración que nos brinda monseñor José María Arancedo para dar con la identidad de los chicos que buscamos. Estamos revisando juntos las partidas de bautismo y datos que están en poder de la Iglesia”, detalló.

No obstante, aclaró que no existe de parte del Vaticano “una desclasificación masiva de archivos”, pero que se brinda información cuando se formula un pedido judicial en ese sentido.

“El procedimiento que se aplica ahora en el Vaticano es abrir los archivos sobre un caso determinado cuando existe un pedido de parte de la Justicia. Es un tema que se maneja con mucha prudencia”, observó.

Las declaraciones de la referente de Abuelas se producen un día después del encuentro que mantuvo Angela 'Lita' Boitano, integrante de la Agrupación Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, con el jefe de la Iglesia Católica en Roma.

En esa reunión, el sumo pontífice le adelantó a Boitano que “la Iglesia abrirá sus archivos y llevará a cabo una autocrítica del rol que tuvo durante la última dictadura cívico militar”.