Cintia Daniela Suárez, licenciada en periodismo, decidió investigar la vida de la beata Mama Antula. El libro dedicado a la vida y obra de María Antonia de Paz y Figueroa, “La Peregrina de los Esteros”, no tiene un valor comercial, y fue editado y declarado de interés cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
El libro escrito por la periodista santiagueña Cintia Daniela Suárez sobre la vida de Mama Antula se elaboró a partir de la recolección de testimonios en su provincia natal; la visita al templete Virgen de los Dolores, obra de una devota de la beata; y el aporte del prologuista del libro, el presbítero Gerardo Montenegro.
María Antonia de Paz y Figueroa nació en la ciudad de Santiago del Estero en 1730. A los 15 años realizó los votos simples de castidad y de pobreza. El destino de las mujeres de la época no variaba entre ingresar a un convento de clausura, o casarse y dedicarse a las tareas de la casa. Sus deseos y convicciones más profundos no se contentaban con esas opciones; razón por la cual de joven decide consagrarse como “beata” -mujeres dedicadas a la atención de los más necesitados-, comienza a vestir una túnica negra y abandona toda relación con la vida mundana.
El papa Francisco, seguidor de la obra de María Antonia, demuestra un especial interés por la vida de la beata. Cuando era arzobispo de Buenos Aires, ya se pronunciaba a favor de la causa de beatificación y de la importancia de la obra que llevó a cabo. Como Sumo Pontífice destaca la importancia de Mama Antula como mujer ejemplar que merece ser llevada a los altares.
-¿Cómo y cuándo comenzó tu inquietud por Mama Antula?
-Con este van a ser más de tres años, casi cuatro. La conocí antes de que tuviéramos al papa Francisco, de manera casual. Si bien la había oído nombrar en Santiago del Estero, nunca había profundizado en su vida ni en su obra. La conocí gracias al pedido de participar como coautora en una antología de distintos autores en la editorial donde trabajaba (Almaluz). Tenía que trazar paralelismos de la vida y de la obra de distintas personalidades, y a mí me pidieron que eligiera un tema, entonces me puse a buscar quién podía ser, y lo único que sabía es que tenía que ser una persona de Santiago del Estero y además tenía que ser mujer. Ahí me encontré con una imagen de ella y una breve descripción de su vida, y me alucinó. Fui profundizando, y después, como tenía tanto material, dije “este es el momento para hacer un libro enteramente de María Antonia”. En 2015 salió la primera edición en Santiago del Estero, y ahora en 2016 la segunda. Este libro se distribuye gratuitamente. Se dio la oportunidad de que lo imprimiera la Cámara de Diputados y yo acepté, pero la condición era que no se cobre, que yo donaba mi trabajo; con la legislatura porteña a través del diputado Gustavo Vera, le dije lo mismo, que sea de distribución gratuita y que llegue a la mayor cantidad de gente.
-¿Cuáles son las virtudes que más destacás en ella?
-Tiene tantas, pero creo que hay una frase que la define: “La paciencia es buena pero mejor es la perseverancia”. Ella no solamente lo dijo sino que lo practicó durante toda su vida. Me parece que eso es lo que la define. También la humildad, porque era una mujer que le dedicó toda su vida al servicio; tenía una convicción y la siguió hasta el último minuto de su vida. También lo que a mí me gusta es la forma en la que la llamaba el pueblo: Mama Antula; mama por mamá, madre, y Antula porque a las Antonias se les decía así. Yo me imagino que habrá sido una mujer muy amorosa; de hecho se ocupaba de las niñas huérfanas acá en Buenos Aires. Es un ejemplo de mujer para todas las épocas, consiguió lo que quiso pero no para ella sino para el prójimo, para aquellos que eran olvidados.
-¿Qué aporte pensás que realiza la beata a la cultura actual, y en particular a las mujeres?
-María Antonia es la patrona de las mujeres empresarias argentinas, porque la casa de ejercicios espirituales fue su primera empresa en el sentido de emprendimiento, entonces yo creo que es un referente, por algo se la llama “la mujer fuerte”; es un símbolo, para que todas las mujeres vean que se puede y que ella pudo, con todas las adversidades, llevar adelante su proyecto, que era continuar con los ejercicios ignacianos, pero no solamente desde el punto de vista espiritual sino también desde el punto de vista social, porque ella hacía mucha caridad. Intercedía por cautivos, de hecho tiene el carisma mercedario. Realizó los votos simples de pobreza y de castidad, pero no el de obediencia, porque no era monja, sino una laica consagrada. María Antonia es la primera que lucha por los derechos humanos en la Argentina. Gracias a sus valores se gesta lo que hoy es nuestro país, porque por la Santa Casa pasaron todos los miembros de la Junta de Mayo. Fue una mujer modelo en su época pero que hoy sigue vigente porque demuestra que la mujer puede estar a cargo de una empresa, de una familia, de lo que se proponga, y se enfrentaba a personas que le decían que “no”, entonces por eso es un símbolo de perseverancia.
-¿Con qué dificultades te encontraste a lo largo de tu investigación?
-No surgió ningún problema que me haya llamado la atención; lo que sí es que en esta historia, por ejemplo, hay mucha documentación que se perdió, fuentes originales, directas que no están. Por ahí hay cosas que uno quisiera saber, como por ejemplo quiénes fueron sus padres, o cosas más puntuales que no se saben pero que forman parte de la vida de los santos. No tenemos que guiarnos por cuestiones tan terrenales, sino por sus virtudes vividas en grado heroico; pero no hubo nada que impidiera que el libro sea lo que hoy es.
-El papa Francisco admira las virtudes de Mama Antula, ¿por qué crees que beatos de nuestro país están cobrando fuerza?
-Creo que es el momento de Latinoamérica, de América en general; los ojos están puestos aquí, entonces no es casual que tengamos tantos beatos y santos. La Argentina siempre fue una tierra de gente con valores y con virtudes, y es gente que trabajó anónimamente en silencio y que nunca fue reconocida.
-¿Cómo se vive este proceso en tu Santiago natal?
-En Santiago la gente sabe más o menos de lo que estamos hablando; la escuchan nombrar, les es familiar. La gente está muy esperanzada; los del campo hace tiempo que la llaman la “santita”, no es algo anecdótico, y que una causa que ya lleva más de 100 años llegue a su conclusión nos produce una gran alegría. En Santiago la gente tiene mucha fe, es una comunidad católica activa, entonces la recepción siempre es positiva.
Para solicitar gratuitamente el libro de Mama Antula, mandar un mail a:[email protected].+ (María Carolina Juncos)
Comentá la nota